5. Un plan para pedir perdón

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La vida en la escuela había mejorado sustancialmente para Sanemi, en las últimas semanas se había integrado por completo al grupo de Rengoku, incluso le habían presentado a los otros dos miembros de éste; dos estudiantes de segundo grado llamados Iguro Obanai de 17 años y Kanroji Mitsuri de 18 años. Sanemi poco a poco se había estado abriendo con Rengoku y Uzui al punto de que les contó un poco de su pasado y el trato que había hecho con el director.

Pero aún había algo que Sanemi no podía ignorar, y ese algo era su situación con Kocho Kanae. Sanemi aun quería disculparse con ella por todo lo ocurrido el primer día de clases pero no tenía el valor suficiente para hacerlo a pesar de que ella lo saludaba todos los días, él se percataba de que ésta ya no lo miraba a la cara; pero algo dentro de él quería que la presidenta le volviese a sonreír como aquel día del recorrido de la escuela, aunque por más que pensara aún no encontraba una buena excusa para hablarle.

- Amigo mío, tus calificaciones son tan horribles como tu cara, solo sacaste buenas notas en matemáticas - dijo Uzui asomándose sobre el hombro izquierdo de Sanemi, mientras éste miraba su boletín de notas de los primeros exámenes del primer corte.

- JAJAJA necesitas ayuda para ponerte al día en tus calificaciones o no lograrás cumplir con lo que tú ya sabes... - adicionó Rengoku mientras se paraba frente a él.

- Cállense, no es tan fácil - dijo Sanemi - llevo más de un año sin estudiar seriamente...

- Bueno solo hay una cosa que podemos hacer - dijo Uzui mirando a Rengoku quien captó la idea y la complementó.

- JAJAJA vamos a tener que ayudarte a estudiar después de clases.

- Eso es imposible - replicó Sanemi- ustedes saben que tengo trabajo y no me queda tiempo.

Durante un rato, los tres quedaron en silencio tratando de encontrar una solución, aunque después de unos minutos Rengoku saco a los otros dos de sus pensamientos golpeando el escritorio de Sanemi con las dos manos y con una gran sonrisa dijo.

- Esto es perfecto, somos unos idiotas, se nos olvidó la hora opcional de estudio que tenemos 3 veces a la semana, podemos usar esa y parte de la hora de almuerzo para ayudar a nuestro iracundo Sanemi-san.

A lo que Uzui asintió y Sanemi vio con un poco de admiración al delegado.


Kocho Kanae había empezado su año escolar con el pie izquierdo, o más bien, todo se había ido al traste desde la llegada de aquel chico nuevo, Shinazugawa Sanemi. Los eventos que se habían desencadenado aquel día seguían atormentando a la presidenta del consejo estudiantil. El haber visto como Shinazugawa-san se había ido todo golpeado por su culpa y como encima de todo lo habían suspendido por casi 2 semanas, la había deprimido desde ese día.

"Tonta!", se dijo a sí misma mientras preparaba la cena para sus hermanas, "Como no se te ocurrió que claramente Shinazugawa-san debió tener eventos difíciles en su pasado, como se te ocurrió decirle aquellas palabras..." pensaba mientras se daba golpecitos en la cabeza con una mano.

Y es que era la primera vez en toda su vida que ella había tenido un altercado de aquella forma con otra persona, desde el momento en que vio a Shinazugawa-san presentarse ante el salón de aquella manera tan particular, Kanae pudo sentir que detrás de toda esa ira y agresividad había algo de tristeza, y eso fue lo que hizo que se decidiera a postularse como voluntaria para hacerle el recorrido por la escuela.

Y es que al comienzo todo iba relativamente bien, primero ella había reunido el valor para decirle que olvidara aquellos vergonzosos momentos que habían pasado en la estación del tren, y después había logrado que él le respondiera a sus preguntas, lo cual la animó mucho, y en ese momento pensó: "Debo encontrar la forma de decirle que quiero ser su amiga". Pero las cosas no pudieron terminar peor, y es que el plan de Kanae era decirle al terminar el recorrido que no estaba de acuerdo con lo que él había dicho acerca de no querer hacer amigos, y que si gustaba ella podría serlo; pero cuando Shinazugawa-san le respondió de aquella forma tan agresiva ella supo inmediatamente que había cometido un error, que lo había ofendido, y para empeorar las cosas bajo la presión no supo qué responder y lo único que se le ocurrió decirle fue aquella fatídica frase sobre su pasado.

Amores inconclusos - SaneKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora