capitulo 18

1.5K 52 20
                                    

Llegue tarde al club como era de esperar, aunque no demasiado, nose como no me había matado yendo hacia allí con lo rápido que iba. Al llegar me encontré a varias compañeras que salude con la mano y tambien me topé con uno de mis jefes que tenía cara de pocos amigos.

-______ llegas tarde, treinte minutos tarde ¿Lo sabes verdad?- Dijo entre dientes y de una forma poco amigable. -Pero hoy estoy de buen humor y no se lo diré a nadie a cambio de que cuando termines tu turno me hagas un bailecito privado y solo para mi.

Paso su mano por mi pelo y yo asentí, no quería problemas nada más volver y menos con uno de mis jefes, en este caso con Andrew que era un hombre de 40 y pico bastante de pelo negro y barba bien perfilada, siempre iba en traje y debajo de el se notaba que estaba bien marcado pero su personalidad y la forma en la que nos trataba dejaba mucho que desear, yo no solía hablar mucho con el pero bueno era mi jefe y este era mi trabajo así que siempre era cordial con él.

Fui a la barra donde estuve poniendo alcohol a los clientes, aún no me tocaba actuar hasta dentro de una hora, los clientes siempre eran amables conmigo, a algunos los reconocía a simple vista, casados con hijos, algún político y un par de chicos que tendrían la edad de mi hermano que me daba pena observar por tener que venir aquí a ver chicas cuando podría esta en un parque ligando con alguna, nose como les dejan estar aquí, en fin todos los que alcance a ver son clientes fijos del club.
-Hola Rose, ¿Qué tal estos días? no te he visto por aquí- Tarde en constertar sin recordar por un momento que en club me llamaban Rose, tenía la cabeza en otra cosa o más bien solo en uno.
Alce la vista y vi a un cliente que supe reconocer fácilmente, el era un señor mayor de unos 50 años, muy asiduo al club y el siempre era amable. Le comenté un poco que había estado indispuesta estos días atras ya que tampoco quería contarle mi vida a un cliente.

Después de un gran rato ya me tocaba bailar a mi, la verdad que hoy tenía muchas ganas, después de todo lo ocurrido con Marshall, de la forma en la que me hablo me ardía la sangre, después al llegar al club el encontronazo con Andrew, pensar que tendría que bailar para él era lo peor. ¿Qué más me podría pasar? pensé sin saber que aún podría arde más sangre por mis venas pero que equivocada estaba, podría arder más y ardió, ardió tanto como un incendio forestal en pleno verano pero eso aún no pasó hasta rato después.

El Dj del club anunció mi entrada, con ustedes Rose la gatita más caliente en esta orilla del misisippi, la verdad que nuestro dj precisamente original no era, pero ponía las canciones más sexys que hacíamos que yo y todas las stripper nos entregaremos al máximo. Me puse en lo alto de la tarima y hoy al público gritar al verme, empecé a contornearme de forma muy sexy por la barra, pase mis tetas por ellas y me agarré con las manos la barea para empezar a girar sobre esta, empecé a bailar muy sexy, hacia tiempo que no lo hacía con tantas ganas, me quedé en ropa interior y algunos clientes empezaron a tirar billetes al suelo que empecé a recoger arrastrando mi cuerpo como una sensual serpiente y meterlos en el tanga, a algunos les guiñe el ojo, me gustaba sentir como babeaban por mi, sentir ese poder me hacía sentir mucho mejor. Me quite el sujetador de encajes y deje mis pechos al aire, me silbaban, me decían Rose estas buenísima, preciosa...etc.

Al terminar me fui al camerino donde compartíamos varias chicas y yo, Sheila entre ellas. Deje el dinero que me colocaron en el tanga los clientes en la mesa mientras escuche como un par de compañeras me decían que hoy había estado brutal, que hacía tiempo que no bailaba así, era una buena stripper, yo lo sabía porque sino Marshall iba a querer que bailara en privado solo para el, era obvio.

-Chicas no ha sido para tanto, es una buena zorrita pero ella sabe que nunca será tan buena como yo- me gire y allí estaba Sheila como no pero no iba a caer en su jueguecito, suficiente tenía con ver su cara después de todo.

The stripper 2 | Eminem y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora