Capítulo 31

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Me levante sobre las 3 de la mañana, de nuevo, intente dormir desde que escuche la canción pero mis intentos fueron en vano, siempre acababa pensando en toda nuestra historia, la de Marshall y mía, lo que pudo a ver sido y no fue.

No pude más y cogí mi teléfono móvil y le llamé, en Detroit si no calculaba mal serían 5 horas menos que en Madrid, así que seguramente estaría despierto...aún recuerdo la última vez que le llamé y como me dijo 《hoy no quiero ninguna puta》...puff demasiados recuerdos, demasiadas cosas...¿Hacia bien llamándole?

Mientras sonaba el primer pitido en mi teléfono me asomé al pequeño balcón que tenía mi dormitorio, era una noche de marzo donde ya se hacía presente el olor a principios de primavera, donde el frío aún estaba y se mezclaba con los olores de los árboles, me encantaba.

Alguien descolgó el teléfono, yo temblaba tras el, quizás por el frío de la noche azotando contra mi o quizás por los nervios.

-¿________? ¿Eres tú?

Su voz, su dulce voz, esa voz que me enloquecía.

-Si Marshall soy yo...-Llegue a casi decir en un susurro.

-No lo puedo creer, no sabes como echaba de menos tú voz.- y yo también la suya.

-No...nose porque te he llamado, aunque no encuentro motivos para hacerlo, o quizás si...nose estoy hecha un lío después de esta tarde. - conteste casi en un sollozo.

-¿Por la canción? ¿es por eso? Priorice mucho para que aparte que en Estados unidos, saliese simultáneamente también allí en España.- contesto como explicando todo- Espero que te haya gustado, he dicho toda la verdad, hasta que soy un capuyo.

Esto último nos hizo reír a ambos.

- Es preciosa Marshall, me ha encantado, de verdad.- Sonrei de por primera vez en 11 meses volver a estar hablando con él.

-Me alegro nena, te mereces que te dediquen todas las canciones del mundo...mmm...todas las bonitas.- restifico y río - pero bueno, tú ¿ cómo estás?

-Estoy bien, mi vida aquí no es tan interesante como algún día fue allí, quizás por eso volví, por la tranquilidad.

-No te fuiste por eso, te fuiste porque soy gilipollas, estoy tremendamente bueno e...pero te rompí el corazón nena y no me lo perdono. - Sentencio con la voz dura, hasta a tanta distancia notaba que ahora mismo su gesto sería serio y duro.

- ¿Y tú? ¿Qué tal? - me atreví a preguntar.

-De vacaciones, el video lo grabé antes de darme unos días libres, ya me tocaba sabes. - contesto- ¿Sabes qué Madrid es precioso en Marzo?

¿COMO? ¿ESTABA AQUI? NO LO PODIA CREER.

-¿ESTAS EN MADRID?

-Shhh no lo chilles mucho que voy de incógnito y no quiero que se enteren mis fans locas, pero si he venido a recuperar a mi gran amor.

¿SE REFERIA A MI?

-¿cómo? no entiendo bien nada.

-¿Por qué no quedamos mañana y te lo explico?- río de nuevo.- Quizás así pueda verte y recuperar al amor de esa chica el mismo día.

-No se Marshall...ha pasado mucho tiempo...- QUE COÑO, ERES TONTA GRITO MI CONCIENCIA claro que quería ir.- Bueno...vale si quiero quedar.

-Te mando alguien a buscarte mañana, dame la dirección. - y le di la dirección dos veces por si acaso la apuntaba mal.

-Mañana te veo Marshall Mathers. - me lanzo un beso audible atraves del teléfono y colgó.

¿Qué acababa de pasar? No entendía nada...que caos, mi mente iba a mil por hora.

Ahora si que no podía dormir, ahora todas esas dudas, incertidumbre y todo se había duplicado o triplicado por lo menos y mi mundo giraba de nuevo tanto que estaba medio mareada, me metí debajo de mi edredón y por lo que me di cuenta la mañana siguiente es que me dormí cansada de tanto pensar en algún momento.

Mi compañera de piso flipaba, porque no estaba acostumbrada a ver tanta energía en mi, aunque siempre fui anteriormente una chica extrovertida y muy animada, desde mi regreso, no lo era tanto, me volví más fría. Anduve inquieta de aquí para allá, de un lado a otro, desayunando, haciendo deporte con Rocio que aparte de poner copas sabia un montón de eso a lo que llaman yoga y me anime a hacerlo con ella, hice de todo en esa mañana y por último cuando ya faltaba una hora para que me recogieran me duché y preparé.

Parada frente a la cama, no supe que ropa interior escoger. -te lo quieres follar aunque aún no tienes claro si perdonarle, que chica tan lista.- Me susurró la voz de mi conciencia. Escogí un sujetador rojo de encajes que formaban rosas con el tanga a juego, desde luego, el ser stripper nose pero me encantaba tener ese gustazo combinando ropa interior, por lo demas, una blusa blanca combinada con unos jeans y unas converse también blanca.

Al bajar encontré a un chófer súper guapo aparcado en la acera de enfrente que reconoció que era a mi a quien buscaba, me miró y sonrió. No era tan simpático como su chófer de Estados Unidos pero supongo que este sería alguno que contrato en su estancia aquí o no, ¿quién sabe? ¿Alguien sabía algo realmente de Marshall?

Bueno pues ahí me encontraba yo, en un coche de camino a ver de nuevo a Marshall, a Shady, a Eminem y todos sus after egos juntos.

Nerviosa hasta decir basta, me bajé ahí enfrente a un hotel de una famosa cadena hotelera en España, y ahí parada, por un momento, no supe que hacer...quizás era mejor volver a casa con el rabo entre las piernas y no enfrentar a Marshall, pasar página...pero por otra, siempre hice alarde de ser valiente y una tía con dos ovarios, si había llegado hasta allí, era para dar la cara.

Era el momento, todo o nada. Ya todo lo que se decidiera apartir de aquí, marcaría mi vida, podía cerrar esa herida de dos formas...¿ pero cual era la mejor?

Capítulo sorpresa chicas, El próximo capítulo o el siguiente serán ya el final de "The stripper" parte 2, me gustaría hacer a mi una historia propia desde cero sobre Eminem.

Espero que os esté gustando el final que le estoy dando y gracias por el apoyo.

The stripper 2 | Eminem y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora