Se acerca a ella y la observa durante unos segundos y luego habla.
- ¿Y de dónde vienes? - pregunta -No creo haberte visto nunca por aquí.
Ella lo cuadra bien antes de responder.
-Soy de aquí, pero nunca te he visto. Tengo buena memoria.
-Soy Lyanno. ¿Y tu?
-Mi nombre es Mariah.
-Y ahora nos conocemos.- sonríe.- ¿Quieres quedarte aquí?
Ella finge pensar.
-¿Tienes mejores cosas que proponer?
-Ven conmigo.
La toma de la mano y la lleva arriba a la zona VIP. Hay otros chicos y una chica que fuman.
-Salen a todos de aquí.- Ordena y inmediatamente todos se levantan para dejarlos solos.
Mariah lo empuja hacia el sofá en forma de U y lo toca entre las piernas. Lyanno se muerde el labio y luego abre la boca para hablar.
-Sssh.- dice colocando un dedo en sus labios. El chico la mira con ojos llenos de deseo.-Vamos, que podemos hacer... - murmura suavemente, lamiendo la punta de su oreja, una mano en su pecho.
Lyanno ahora está cegado por la lujuria. Quería saltar sobre ella y poseerla hasta que ella suplicara una tregua, pero como buen amante del erotismo decidió cambiar las cartas sobre la mesa.
-Mmmh, ¿el pequeño Ly está demasiado cansado por qué no lo despiertas?
Y ese es un gran primer paso para los dos.
Mariah lo agarra de las muñecas y las levanta.
-Juguemos al juego de la mujer policía y el criminal.
La carga erótica que ambos albergan está lista para estallar en su furia con la intención de abrumarlos.
-Ahora está esposado, no puede moverse.
-Qué pena...
-Ni siquiera puedes imaginar cuánto.- susurra Mariah, deslizando las uñas de una mano por el pecho cubierto hasta el borde de sus pantalones, y sin dudarlo introduce su mano.
-Oh... Dios... Ah... - comienza a gemir el chico guapo. Mariah se pasa la mano por la excitación y luego la retira con enloquecedora lentitud.
Están un poco en la penumbra y se miran a los ojos. Espera el próximo movimiento de la chica cuando siente que le están quitando el cinturón y sonríe, seguro de que sabe lo que vendrá.
-¡Ah! ...
-Estás bien.- Mariah suspira de emoción.
Impulsado por un impulso imparable, arquea la pelvis hacia adelante, invitándola explícitamente a continuar desde donde comenzó.
-¿Cierto? Vamos, acabas de probar ... -susurra con voz ronca.
Mariah recibió su excitación entre sus labios, lo probó con su lengua, recorriéndolo circularmente, pellizcando la punta con la punta de su lengua.
A-ah ... ah ... ah! ...
Lyanno se mueve en armoniosa sincronía con los movimientos linguales de la chica, que claramente es una experta
Arriba y abajo, con un ritmo lento y generosos descensos a lo largo de todo el eje, Mariah tortura la intimidad de Lyanno, alojándola voluntariamente en su boca.
-Sí, sí ... ¡ah! ... ¡ah! ...
Y derramar su semilla en ella. Cuando está satisfecha y se aleja, Lyanno se deja ir en el sofá, su cuerpo aún vibra de placer, su visión borrosa.
Lyanno a los pocos segundos se pone de pie, en un instante se quita la ropa y se eleva sobre su figura, dejándose contemplar en todos los ángulos. Él la ataca, le arranca el traje, le agarra los talones del escote con los dientes y se los quita con rabia.
- Muérdeme - exigió Mariah.
Lyanno se hunde en sus suaves pechos, mantiene los brazos quietos. Lo penetra con fuerza, con un empuje decidido e implacable. Ella sujeta sus piernas a sus nalgas, gimiendo incontrolablemente y rascándole los hombros.
-Estás tan caliente ... suave ...-Lyanno suspira, frenando sus embestidas bajo los repetidos jadeos y gemidos extáticos de Mariah.
-Entonces... -continúa Emett, moviéndose progresivamente más rápido.
- ... Ah ...
Y este último susurro ronco vuelve loca a los dos. Lyanno está completamente sumergido en ella y se mueve sin descanso, siguiendo sus movimientos, persiguiéndolos, intensificando el placer que produce.
-Sí, vamos ... vamos ... ah ... - Mariah está en sus brazos y se deja invadir por la impetuosa corriente de escalofríos que genera llegar al ápice. Lyanno vino con ella, abrumado por el poder de la lujuria.