Pasan unos días y Mariah parece haber olvidado lo que pasó esa noche y no ha visto a Lyanno durante tres días y es mejor así. No les ha dicho nada a sus amigas, especialmente Daniela le habría reprochado durante horas y realmente no quiere.
-Hace días que trabaja y se queda en casa. ¿Qué te pasa? - le pregunta Vanessa un día
-Nada. Vuelvo a casa cansada y quiero dormir, eso es todo.
-Pero hoy tuviste el día libre, así que descansaste toda la mañana y ahora puedes venir a janguear,
-No quiero.
-¡Siempre quieres ir de janguero! ¿Qué te ha pasado?
-No lo sé, solo quiero quedarme en casa.
-¿Enferma de amor?
-No.
-¡Entonces ven conmigo y no digas que no! Levántate, báñate y vístete sexy.
No puede resistirse de nuevo y por eso se levanta, va al baño y se da una ducha corta y luego se viste como le gusta.
Salen juntos y caminan a una discoteca. Cuando se encuentra inmersa en la música, una sonrisa aparece en su rostro y todo mal pensamiento se va y solo la diversión hace espacio y su cuerpo se mueve por sí solo en la pista de baile. En poco tiempo llama la atención de un par de chicos que se le acercan y ella no los aparta y se pone a bailar con los dos.
Vanessa también llega a la pista con dos vasos y le pasa uno a su amiga. Mariah bebe y baila, y no para.
Pasan las horas y sigue bebiendo y bailando sin pensar hasta las cinco de la mañana.
Salen del club: Mariah, Vanessa y los dos chicos, todos borrachos.
-Vamos a seguir la fiesta en nuestra casa -dice uno de los dos chicos sacando las llaves del bolsillo pero se le caen de las manos.
Ninguno de ellos está en condiciones de conducir o caminar.
El otro chico intenta besar a Mariah con fuerza, pero ella intenta rechazarlo por todos los medios, pero es inútil.
- No seas difícil.
-¡Déjame!
El chico termina en el suelo y Mariah se libera y se siente un poco aliviada porque reconoce su olor.
-Ly ...- dice en voz baja, se gira para mirarlo y está a punto de decir algo pero no tiene tiempo.
Vómito.
A los pies de Lyanno.
****
Mariah se despierta y es tarde y hace calor en la habitación. Mira a su alrededor y se da cuenta de que está en la habitación de Lyanno, se mira a sí misma y usa una de su camisa.
Mira la hora en su celular y casi se lanza de la cama.
¡Su turno ha terminado!
¿Cómo pudo pasar eso?
La puerta se abre y Lyanno entra con dos platos en la mano.
-Te despertaste.-dice
-¿Que pasó?
-Te desmayaste, después de vomitar en mis zapatos -le contesta y ella parpadea y se pone roja de vergüenza.
-Lo siento mucho.
-No te preocupes, y ni siquiera te preocupes por el trabajo, ya lo he pensado. -Se sienta en la cama y deja los platos, la toma del brazo y la acerca a él. -Es hora de comer algo.