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Pasan dos meses, Mariah ahora vive con Lyanno y duermen juntos como pareja. Lyanno ordenó la casa para que fuera completamente segura para el bebé. Echó a patadas a algunos de sus hombres que vivían allí de vez en cuando, y decoró una habitación para la niña, que sorprendió mucho a Mariah, pero le gustó mucho.

 Echó a patadas a algunos de sus hombres que vivían allí de vez en cuando, y decoró una habitación para la niña, que sorprendió mucho a Mariah, pero le gustó mucho

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Quedaron otras habitaciones, pero Mariah se quedó a dormir con él, pero no tienen sexo. Mariah no ha tenido ningún tipo de relación sexual durante 1 año y está empezando a extrañarlo un poco y a extraña hacerlo con Lyanno, pero su relación actualmente no va por el camino correcto para pedir que se la folle hasta la muerte.

Cansada de quedarse en casa, salió a visitar a sus amigas y estuvo fuera casi cuatro horas y cuando llega a casa no encuentra a Lyanno sentado en el sofá como cuando salieron. Sube las escaleras y pone a Micaela en su cuna, ella se quedó dormida de camino a casa y dormirá al menos dos horas.

Se dirige a la oficina, esperando encontrarlo allí y está. Lyanno está sentado detrás del escritorio hablando con alguien. Mariah lamenta no haber llamado, porque el extraño se vuelve hacia ella, la mira y sonrie.

-Terminamos por hoy.-dice Lyanno llamando la atención del extraño nuevamente.-Nos vemos otro día con Towers.-

-Sí, llámame.-dice y se levanta listo para irse.

- Adiós Lunay.

- Adiós belleza.- le dice a Mariah sin dejar de sonreír.- ¿Me mostra la salida?

-Sabes muy bien donde está.-dice Lyanno bruscamente haciendo reír a Lunay mientras se va sin decir nada más. Nadie habla y en total silencio oyen cerrarse la puerta de entrada.

-Acércate y cierra la puerta. -Lyanno ordena y ella ejecuta. -¿Micaela?

-Está durmiendo y dormirá durante las próximas 2 horas.

-Bueno. Acércate.

Mariah con un poco de vacilación se acerca a él y tomándola completamente por sorpresa la besa.

La levanta sin esfuerzo, sus piernas se agarrando a su cuerpo mientras se deja llevar por esos fuertes brazos que la depositan minutos después en la cama cubierta con sábanas rojas de raso.

-¿Has cambiado las sábanas?-Pregunta ella, pero él no responde.

La observa, su jersey arrugado, sus pechos subiendo y bajando rápidamente, su cabello enmarcando su rostro, sus ojos llenos de deseo. La desnuda rápidamente y luego se desnuda también.

-Cinco meses sin sexo.-dice Lyanno.

-No lo hago desde hace un año.

-Así que no te importa si voy derecho.

Ella asiente y él la penetra con firmeza y rapidez. Lo siente casi en su estómago, en cada rincón de su sistema, los nervios en el borde de su piel. Y quiere más. Quiere que Lyanno la haga gritar sin restricciones. Ella lo mira fijamente porque lo excita ver cómo la mira.

-¿Te gusta?

-Como siempre.-jadea.

Penetrando cada vez más besa sus pechos dejando marcas en su cuello también. Las piernas de Mariah comienzan a temblar por el espasmo del placer. La mano izquierda agarra convulsivamente la sábana de satén entre sus dedos, mientras que la derecha está en el cabello de Lyanno. Se emociona aún más al sentir que su cabello se tensa. Continúa, Mariah contiene la respiración, arquea la espalda, gime y luego, de repente, relaja los músculos y libera un suspiro más largo que los demás de sus labios. Llegó al orgasmo.

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