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Pasan tres días y Lyanno y Mariah se han evitado, ni siquiera un mensaje. Ninguno de los dos quiere afrontar lo que sucedido.

- ¡Esta noche salimos! - dice Vanessa un día.- Entonces te distraes y ya no piensas en lo que pasó.

-Y te olvidas de Lyanno de una vez por todas.- susurra Daniela, pero de todos modos la escuchan.

-Dale amiga, vístete de puta y vámonos.

Mariah se convence y bajo el consejo de sus amigas se viste y luego salen, como siempre, con el coche de Vanessa y se dirigen a afueras de la ciudad. Vanessa no es tonta, decidió dejar su ciudad o mejor dicho "la zona de Lyanno", e ir a otros lugares lejanos para evitar que pudieran encontrarse.

- ¿Por qué tan lejos? - le pregunta Daniela

-Me hablaron muy bien de este lugar y quise probar -responde rápidamente

Cuando llegan, Mariah va primero por una bebida fuerte. Cuando se siente ligera y libre de pensamientos se lanza a la pasarela, atrayendo como siempre la mirada de los hombres. Sus amigos se quedan cerca de ella y bailan juntos.

Mariah ya ha tomado seis vasos de ron y tres de vodka.

- ¡Voy al baño! - advierte a sus amigas.

Encuentra el baño y hace su necesidade, se lava las manos, se arregla el maquillaje y luego sale.

-Hola.-dice una voz no muy lejos de ella.

Lo reconoce de inmediato.

Es Brytiago.

-¡Oh, el chico más sexy que he visto en mi vida! -Exclama alegremente y se acerca a él.- ¿Qué haces aquí?

-Este disco es mío.

-¿De Verdad?

-Si. ¿Por qué estás aquí? Está muy lejos de tu casa.

-Lo sé, pero no importa. -Responde acercándose aún más al chico. -¿Sabes lo que quiero hacer ahora? -Dice con voz sensual

- ¿Qué? - sonríe con picardía.

Pasa una mano por el borde de sus jeans, luego lentamente mete la mano dentro de los jeans.

- Vayamos a un lugar más apartado.

***

Se desvistieron y la vista de su pecho desnudo la hache sonrojar, está a punto de explotar.

Tira sus zapatos con furia, seguido de jeans y ropa interior, hace lo mismo hasta quedar desnudo, uno frente al otro.

Están en un frenesí.

Se besan y se tocan apasionadamente durante unos minutos hasta que él la levanta de sus muslos colocando sus piernas alrededor de sus caderas.

Mariah siente su erección palpitante descansando en su pierna interna, poco después de sentirla adentro.

Deja escapar un gemido: está en medio de una pasión desenfrenada. Tal vez no fuera solo alcohol en su vaso.

Sigue moviéndote con movimientos suaves, que luego se vuelven cada vez más rápidos.

Ella entierra la cabeza en el hueco de sus hombros, respirando con dificultad, él le muerde el cuello, moviendo su cabello.

Estan en la cima.

Primero él, siente el líquido caliente brotando dentro, luego ella, inmediatamente después, con un grito de placer demasiado alto.

Te VeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora