Hicieron reservas en el restaurante donde trabaja Vanessa, que como empleada tiene derecho a un descuento.
-Necesitabamos esta noche juntas.-Dice Daniela bebiendo
-¡Y la niñita no hace rabietas esta noche! - ríe Vanessa mirando l bebé en brazos de su madre, que la mira como si supiera que la mujer se refería a ella.
-¿Después qué hacemos?
-Vamos a bailar a una hermosa Bamba en la calle, Rafa me dijo que él toca y quiero verlo.- Dice Daniela con las mejillas enrojecidas.
-Tu no lacuenta bien , ¿qué pasa entre tú y el moreno?
-Nada ... De vez en cuando salimos juntos a charlar. Eso es todo.
-Te gusta.-Mariah sonríe
-Un poco.
-¡Por fin! -Exclama Vanessa -Necesitas follar para relajarte un poco y hacer desaparecer esa arruga.
- ¿Qué arruga? - Daniela inmediatamente se toca la frente haciéndola reír.
Después de una hora allí, terminaron de comer media hora antes, pero luego se sentaron a hablar. Dan un paseo por las calles de Puerto Rico, menos animadas a esta hora que por la tarde.
-¿Acuerdas de niñas? -Habla Daniela -Cómo nos gustaba jugar en la calle a cualquier hora, sin preocuparnos por lo que pudiera pasar.
-Hay momentos en los que me gustaría volver a esos tiempos.-dice Mariah.-No preocuparme por nada pero no puedo. Tengo que afrontar lo que me está pasando sin huir.
-Nos tienes contigo.-Daniela la abraza.
-Que gusto verte ..- dice una voz que ninguna de ellas conoce. Y cuando recurren a la voz, no mejora. Las tres parece conocerla, pero no se acuerdan. -Oh, que linda niña. -Dice mirando a la niña dormida en el Huevo.[En mi partes lo llaman asì]
-Gracias.-dice Mariah sonriendo.
-Lo siento, pero realmente no te recuerdo.-dice Vanessa directa.
-Oh, no importa. Solo nos vimos una vez, pero le reconocí y me pareció cortés saludarla. Fue un gusto verlas de nuevo. -y se va.
Las tres parecen confundidas y comienzan a caminar de nuevo. Llego a la plaza donde está el chico que le gusta a Daniela y la música es tan fuerte que no pueden evitar bailar hasta que termina la noche y se van a casa.
-¿Duermes aquí? -Le pregunta Mariah a Daniela -Es tarde para ir a casa.
-Por supuesto.
-La voy a acostar.-Sube las escaleras y acuesta a su hija y está lista para irse a la cama, pero baja a ver qué hacen las demás y también a beber.
-Fue una linda velada -dice Vanessa y suena el timbre.
Se miran sorprendidas y confundidas. ¿Quién puede ser a esta hora? Vanessa, siendo la anfitriona, va a abrir la puerta y deja escapar un grito.
Inmediatamente corren hacia la puerta para entender lo que está pasando y ellas también se sorprenden al ver quién es.
Mariah quiere escapar, pero no puede.
-No deberías haberte atrevido a hacer tal cosa.