Un Amor Innecesario (Naruto X Tayuya)

una historia para dos

(se me olvidó decir, en esta parte Naruto tendría como 5 años, o menos. Me confundí en la anterior parte en el año sorry, así que en ves de 16 son 11 ya, que El actual Naruto tiene 16 y bla bla bla xd a si, Káiser es kazuto, que confundí los nombre en las anterior parte ._.xd mil disculpas)

-aquella señora mayor, empezo a dar su relato sobre su encuentro con el rubio-

-aquel día, de tenue lluvia se vería entre las calles semi inundadas de agua, se escuchaba el caminar de un pequeño de edad desconocida, sus prendas se veían viejas, o mal trechas. Lentamente caminaba bajo la intensa lluvia, en la cual poco a poco caía sobre dicho pequeño-

Naruto: lluvia..lluvia...pasa ya... qué papá y mamá...me esperan haya...🎶 -hablo en un tono cantando pero, su tono en la melodía era triste y penoso, curiosamente el clima, le daba un perfecto escenario de melancolía y pena. Aunque, para el niño ya no le afectaba. Para el, aquella amarga he lúgubre, soledad ya era cómo su mejor amiga, la cual desaparecía cuándo, el pequeño iba a ver a Teuchi junto a su Hija Ayame. Para Naruto, ellos eran su familia, pero ellos habían viajado, solamente para ir a buscar más mercancía, pero estos conocían a Naruto así, que le dejaron ramen instantáneo, en el negocio. Y se, preguntarán, ¿Esos, lo hizo feliz? Si y a la vez no, aquél motivo, se debía a qué los aldeanos de Konoha, inmundados en su miedo y rencor de forma cruel, rompieron los alimentos, instantáneos que Naruto había recibió, y se preguntarán. ¿Cómo lo lograron?, Fue bastante fácil, solamente esperaron, a qué el joven, saliera con sus "regalos" por así, decirlo y los arrebataron para tirarlos al suelo y romperlos. Curiosamente, está ves no golpearon al infante,eso fue lo que generó cierta duda en Naruto. Aunque para el, los maltratos físicos, no eran la gran cosa. La soledad, miedo y desesperación,
Siempre se encontraba solo, bueno. No casi siempre, usualmente pasaba tiempo con los dueños del local de ramen. las primeras persona en creer en el, le cuidaban mucho, casi como su familia, pero este actualmente tuvieron que ir a un viaje, el cuál consistía en viajar al país del arroz, por suministros y Ayame, quería aprender a preparar algo que, se realizaba en dicho lugar. Ambos llegarían en dos o tres semanas más o eso pensaba Naruto. Pero, eso no deprimió al pequeño, ya qué ellos sabían el aprecio que el les tenía. Así, qué para hacerlo esperar, Teuchi había comprado una dos cajas de ramen, pero eso ya era un triste recuerdo fresco.

Aquel joven niño, seguía caminando bajo aquella extensa lluvia, aún tarareando esa triste melodía, poco a poco el hambre, sueño y frío. Iban dañando al niño, bueno eso, era de venirse, al fin y al cabo no había comido, no tenía ropa abrigadora y ya, era bastante tarde como para regresar a su apartamento, además. Naruto conocía al dueño de los apartamentos, he este por "normas" de seguridad, cerraba los cuartos con candado. Aunque, en verdad la razón, era que solo cerraba el cuarto de Naruto, aunque estuviera en el o no. Y se preguntarán?, Por qué el no entraba por la ventana? Pues, Naruto ya no tenía las ganas de entrar o no. En si, ya le empezaba a dar igual todo, cada cosa cada acción. Su andar era lento, cada pasó hacía un leve ruido de chapoteo, paso tras paso, ruido tras ruido y lluvia tras lluvia, Lentamente Naruto sólo seguía su curso a lo desconocido, aún no había entrado a la academia ninja, así que no sabía cómo cuidarse sólo, en referencia a defensa personal. Ya había pasado un tiempo, en dónde el había caminado.

El joven, ya sintiendo los efectos del ambiente frío y hambre cayo la mojado suelo. Al parecer, ya se rindió a la vida, o eso parecía, este Lentamente empezaría a cerrar los ojos Lentamente, el sentía como sus párpados pesaban. Ahora, sería cuestión de tiempo, en el cual su mente se cerraría de todo pensamiento y se dejaría caer en los fríos brazos de la muerte, que con dulzura le llamaba con perseverancia, al parecer la muerte, le llamaba con la necesidad, de apoderarse de esa alma joven, la cual poco a poco, respondía ese llamado. La lluvia, seguía cayendo con fuerza en el niño, llegando a teñir sus prendas de barro y mojarlas aún más. Pero, este solamente ya deseaba morir, al parecer había tomado la decisión egoísta de morir, si Ayame o Teuchi, estuviera ahí. Le dirían que se levanté, que viva por el, incluso Ayame. Le gritaría, que no iba a dejar que el futuro, hokage y su mejor cliente, muriera. Que ella le quería mucho, como a su hermanito. Pero ellos no estaban aquí, en verdad ellos pensaban qué el estaría a salvó. Que penoso pensar era.