Capitulo 2

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Salí a la cocina con la mente fragmentada

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Salí a la cocina con la mente fragmentada. Tome un vaso para beber un poco de agua y recuperar el aliento. Era la primera vez en mucho tiempo que tenía una pesadilla que involucrará al Agdistis. No podía sacarme de la cabeza a Bridie, por más que pensaba en él, mi mente parecía no tener información sobre él. Recordaba a Jeff, que era parte del cuerpo terrorífico del monstruo que me perseguía y eso era todo.

Quizá el besar a Betty había provocado algo en mí, había comenzado a recordar unas voces y sentimientos muy ocultos en mi interior.

Me alegraba que mi madre no estuviera aquí para verme tan perdido. Los episodios de depresión eran más frecuentes en ella, y aunque Ali me había ayudado un par de veces a alterar su mente para que no se sintiera mal, decidí no hacerlo nunca más. Era egoísta.

Así que la mejor manera de que se sintiera mejor era que no estuviera aquí durante los fines de semana.

Encendí la televisión, tratando de llenar el silencio. Había un reportaje sobre el festival de fin de verano de Tybee.

Me senté en la barra de la cocina a desayunar.

―Continúan las investigaciones sobre los extraños sucesos de hace unos meses en el pequeño poblado de Tybee.

Alcé la mirada otra vez al televisor. Había un hombre siendo interrogado, alguna clase de rueda de prensa, aunque no tenía idea de quién era ese hombre.

― ¿Qué es lo que pudo haber pasado? ―le preguntaron.

―No es la primera vez, y no dudo que volvamos a toparnos con algo así ―respondió.

Las imágenes del Agdistis y yo luchando en la avenida eran transmitidas mientras el hombre seguía hablando.

―Encontramos algunas anomalías al revisar los restos que había en los escombros. Aún estamos tratando de descubrir que fue lo que sucedió esa noche ―continuó.

Le di un gran sorbo al café para pasar el nudo que se había comenzado a formar en la garganta. Deslicé mis dedos sobre el tocino crujiente y me lo llevé a la boca.

―Las desapariciones que han azotado Pittsburgh, ¿tienes alguna relación con ese hecho? ―Alguien más preguntó.

―No hemos encontrado ninguna relación, no todavía. Lo que las autoridades creen que pueda tratarse de alguna riña de bandas delictivas, algún asesino o algún culto ―Dijo. Se llevó la mano para ajustar su corbata púrpura y siguió hablando―. Por ahora sabemos que el responsable no sigue un patrón, aunque las víctimas son de una zona específica.

Los reporteros soltaron a tomas fotos y alzar la mano mientras los murmullos se volvieron gritos al escuchar la revelación que había hecho ese hombre.

No tenía idea de que hubiera desapariciones, pero era alarmante que las autoridades, al parecer, estaba al tanto de lo que había ocurrido conmigo y el Agdistis hace un mes, y más, que, al parecer, también podrían estar buscándome. Intenté mantener mis pensamientos tranquilos, al fin y al cabo, no estaba pasando nada malo por ahora.

El Brillo de la Luna #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora