Capitulo 3

88 15 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Comencé a deslizarme en alguna clase de pesadilla. No era como las demás, podía ver las capas del sueño, una encima de la otra como los niveles de alguna estantería, aunque en realidad eran recuerdos que se fusionaban despacio entre nubes blancas.

Alcance a distinguir uno de los sueños, se trataba de la primera vez que me encontré con Jeff, en la biblioteca, lo salve de una golpiza segura y pague su deuda.

La segunda capa dejaba ver la vez que salía del supermercado, cuando fui atacado por los hombres cambia formas, hasta que... Bridie me rescato.

La tercera capa era de cuando el fuego salió de mis manos en el baño de la escuela, y una vez más, Bridie llegó para salvarme. Me dejó sobre el estacionamiento de la escuela, para encontrarlo más tarde en el Hospital.

De pronto, las capas comenzaron a incendiarse y a perderse con las llamas impidiéndome seguir viendo a través de ellas. Poco a poco el fuego se fue de un color azul. Un azul brillante que me recordó al aro de luces azules que había visto antes en el cielo.

El fuego se hizo más intenso hasta envolver por completo mi inconsciente, ocupaba la mayor parte de mi mente hasta que la luz de las llamas me cegó.

Abrí los ojos, confundido.

Había una puerta de madera lo suficientemente enorme para que una persona normal no pudiera alcanzar la parte superior, los muros alrededor eran de piedra, parecía elegante y a la vez quizá el lugar más antiguo que hubiera visto antes.

Deslice mis manos por la madera oscura y polvorienta hasta que mis dedos cruzaron la superficie hacia el interior. Seguí empujando mis manos hasta que mi cuerpo entró con brusquedad, caí en el suelo en un pasillo vacío iluminado por velas en cada uno de los pilares de piedra del color de la arena. Era un recinto enorme con candelabros colgando del techo de concreto y arreglos de ladrillo.

No sabía si era de noche o de día, pero mis pasos descalzos provocaban un eco sobre los azulejos brillantes. Al final, en el fondo del pasillo se abrían unos arcos de roca iluminados por pequeños focos desde el suelo, y que daban hacia un hermoso jardín lleno de lámparas colocadas en todas direcciones y que iluminaban la fuente al centro de este.

Alcance a ver el cielo oscuro y unas cuantas estrellas a través de las copas de los árboles. Seguí moviéndome con curiosidad, no sabía exactamente a dónde iba. Supuse que el sueño avanzaba de esa manera.

Me sorprendió que tuviera conciencia sobre las acciones que tomaba, a diferencia de otros sueños.

Fui saltando a través de los rectángulos de concreto sobre el césped que funcionaba como un camino para cruzar el jardín en dirección a las dos entradas de la inmensa torre que había enfrente.

Llevaba sólo la camiseta y mi ropa interior blanca que me había dejado antes de tirarme sobre mi cama. Iba descalzo, y podía sentir la helada brisa de la noche de ese lugar, oía los grillos y las cigarras con bastante claridad.

El Brillo de la Luna #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora