The End of the Director

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— Aquel día, planeaba cambiar todo el rumbo de mi historia —caminaba lentamente mientras que la madera rechinaba bajo sus pies, los grandes ventanales permitían que la luz entrara e iluminará completamente el lugar— no quería irme sin hacer algo... Además de inculpar a alguien... —soltó un suspiro y se detuvo mientras que miraba por fuera de la ventana.— aún puedo soñar y recordar los gritos y la agonía de todas esas personas que asesiné... Mis padres, la gente del pueblo e incluso los de Lazard... —volteo a ver si su espectador le estaba poniendo atención mientras hablaba— ¿Te interesa saber cómo Lazard murió?... Podría contártelo con detalle si quieres...

Esa noche, me retire de aquella fiesta un poco desanimado y desconcertado.

____ termino por irse y Sephiroth igual, no dudaría en que fueran a estar juntos. Sabía perfectamente que así sería y no me afectaba en nada, solo me molestaba el hecho de que no fuera a preferirme a mi y que Sephiroth siempre estuvo sobre mi.

— ¿Ya te irás? —pregunto Angeal al ver que comenzaba a quedarse solo en la mesa pues Cloud, Zack, ___ y Sephiroth ya se habían ido. Asentí levemente mientras que Angeal dirigía la mirada a otro lado— está bien, ve a descansar que seguro te hace falta... Me quedaré un rato y tal vez mañana vaya con mi madre, podremos ir si quieres —asenti nuevamente mientras me levantaba de la silla en la que me encontraba sentada

— Mañana veré si podemos ir —sonrei levemente— buenas noches —dicho eso me retire del lugar

Sabía que no iba a volver para mañana, que no podría volver a salir con Angeal ni para visitar a su madre. No podría hacer lo que siempre hice, antes de que apareciera ___...

Sonreí un poco mientras que sentía como las lágrimas caían por mis mejillas, ¿Por qué? Shinra nos había convertido en mounstros... y no fue suficiente en calificarnos como proyecto fallido... tuvieron que darle todo a Sephiroth... él preferido de todos...

Limpie las lágrimas con la manga de mi saco.

Si me iba a ir, debía hacer algo que marque a todos y sepan que no podrán pisotearme, que el rencor hacia Shinra es muy grande y no dudaré en hacer algo para verlos caer...

Caminé en silencio mientras que las ideas comenzaban a brotar en mi cabeza, terminé por volver a Shinra después de pedir un taxi.

Mire como Sephiroth se retiraba del edificio entre la penumbra, sabía perfectamente que iba a desertar pues su mirada la mantenía en frente y no parecía querer voltear hacia atrás

— ¿Hoy es día de desertar?... —murmure con una sonrisa mientras que comenzaba a subir las escaleras, mi plan era simple, iba a hacerme cargo de uno de mis problemas frecuentes y con la deserción de Sephiroth, pensaran que fue el para luego decir que soy yo... Así tendré tiempo para continuar con mi plan inicial

Shinra se centrará en Sephiroth y lo buscarán por cualquier lado, en cambio a mi, seré la segunda opción y como tomaran su tiempo en saber quién es cómplice de alguno de nosotros dos, máximo tendré una semana para actuar.

Subí al ascensor y me dirigí hacia la sala de seguridad donde solo el personal autorizado tenía acceso pero como soy de primera clase, no iban a hacer nada al respecto

Entre a la sala y frente a todos esos monitores se encontraba el guardia revisando las cámaras

— ¿Que lo trae por aquí? —pregunto curioso sin apartar la mirada de las pantallas— usted perdió el derecho de entrar a cualquier sala restringida, por órdenes del director no puedo... —permanecio callado al sentir como mi pistola estaba sobre su cabeza, a punto de disparar

— Quiero que desactives las cámaras, precisamente todas las que tengan que ver con las dependencias de soldado, la entrada a Shinra, también las del ascensor... —sin decir mucho, obedeció— que pena, ni siquiera dudaste en hacerlo... Pero no prometí dejarte vivir si lo hacías... —disparé sin dejarle decir algo, los monitores se mancharon de sangre mientras que el cuerpo se desvanecía en el suelo.

Tome aire al sentir que mis manos temblaban y mi corazón se agitaba, aquella sensación de adrenalina me hacía sentir más que vivo pero debía calmarme, Shinra no estaría enterada hasta el día de mañana así que continúe después de limpiarme, me dirigí nuevamente al ascensor y fui a la oficina de Lazard, aquel hombre siempre se quedaba hasta tarde y no sería una sorpresa que permaneciera ahí.

— Se que no vienes a felicitarme... —me encontraba frente a su escritorio mientras que el mantenía la vista en sus papeles— ¿Necesitas algo?

— Precisamente he venido a desearle un feliz cumpleaños —al escuchar mi tono de voz, alzó la vista sorpendido— usted ha sido un cabrón conmigo desde que tuvo la oportunidad... Desde que me enteré que es hijo del Presidente Shinra... —me senté en el escritorio sin apartar mi mirada de él— ¿Enserio no fuiste a ver cómo ascendían de puesto a tu querido hermanito? —Lazard apartó su mirada de mi, como si eso fuera a restarle importancia— ...

— ¿Que es lo que quieres? —mire a los alrededores mientras que pensaba en que era exactamente lo que quería, mis manos habían dejado de temblar y me encontraba más tranquilo aunque aquella sensación no se iba de mi, sabía que la iba a pasar muy bien después de esto.

— Venganza, al igual que usted... Shinra no ha sido buena conmigo y pretendo dejarles un aviso con lo que haré —Lazard se levanto de su silla mientras que las yemas de sus dedos permanecían tocando el escritorio

— Supongo que no puedo hacer nada... —saque mi materia piro y pareció entender lo que planeaba hacer— solo déjame decirte algo... —las esferas comenzaban a crecer en mis manos y podía sentir el calor abrazarme pero sin herirme, aquella sensación que siempre tenía al usar ataques de fuego— es muy tarde para arrepentirme de lo que hice, se que no cambiará nada ahora... pero de igual manera te pido perdón... lamento todo lo que te hicieron y en lo que te convirtieron —nuevamente tomó asiento— es una pena que no uses tu fuerza para el bien...

— Que mala educación tengo... —le interrumpí, no planeaba escucharlo más. Lazard alzo la vista un poco desconcertado— ¿Cómo pude venir a una fiesta sorpresa sin un regalo?... —solte una risita leve y comencé a caminar hacia la salida— Querido Lazard... Lo perdono por la mierda que me hizo pasar... pero no puede reparar lo que ya rompió... Este regalo es para usted...

— No hace falta que termine de contarlo... después de todo ya sabes cuál es su final —bajo un poco la mirada— ¿Te sientes triste por él?.

I will love one more time [Cloud Strife Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora