¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La alarma del celular ya había sonado, como siempre se despertó cinco minutos antes, sabía lo mucho que se demoraba en estirar sus músculos y abrir por completo los ojos y por esa razón está estaba programada a las 8:00 AM, tan memorizada mantenía su rutina diaria que daban las 8:35 y enseguida se levantó de la cama.
Aunque el día anterior había tomado la tarde para pasear con la agradable pareja, yendo a visitar varios lugares, probando comida y postres —La mayoría de cosas invitadas por Yaoyorozu y Shoto— sentía un vacío en su estomago, hace horas creía que no podría tomar siquiera un vaso de agua más y actualmente ya moría de hambre.
Abrió de par en par las puertas del closet buscando un atuendo adecuado mientras que en su mano izquierda ya hacía una barra de proteína, sabía que no importaba lo casual o elegante que fuesen sus prendas, de todas formas terminarían cubiertas de tierra en la mayoría partes, abrió uno de los cajones bajo el armario sacando una camisa gris de mangas largas y unos jeans azules, de obvia manera tenía usar zapatos deportivos, aunque en lo absoluto era su estilo.
Dejo la ropa doblada sobre la cama y se encaminó al baño, tenía la necesidad de tomar un baño con agua fría para despavilarse.
En la ducha recogió cautelosamente su cabello amarrandolo con una liga y colocandolo dentro de ese gorro que tanto detestaba, pero era necesario usarlo si su intención era no mojar su melena.
Mientras el agua recorría detalladamente cada centímetro de su piel comenzaba a planear dentro de su cabeza las actividades que emplearía ese día en su nuevo trabajo y como las culminaria.
Primero y antes que nada quería podar esos arbustos con las finas ramas enredadas entre si, además de cortar las ramas extendidas de los árboles que se encontraban a su alcance, comenzó a enumerar las impresiones que le había dado estar ahí, una de ella fue el poco color que había, la mayoría de flores eran blancas y le daban un toque de ambigüedad, siendo que para ella ese lugar mantenía mucho potencial, anotó mentalmente el plantar nuevas flores de colores que combinaran y dieran armonía al jardín.
Tenía tantos planes en mente que no podía esperar, había sido un gran logro conseguir ese empleo, se trataba de algo que le gustaba y le interesaba, comenzaba a ver la situación muy favorecedora, sin embargo no debía olvidar sus otros problemas, mayormente el de buscar una nueva casa.
Salió de la ducha completamente fresca y más que nada aliviada de sacarse ese gorro ruidoso y molesto.
Movió una de las cortinas que cubrían las puertas de vidrio del balcón, el cielo estaba despejado y el sol no era demasiado intenso, que suerte, tenía la esperanza de que el resto del día continuará de esa manera, nuevamente dejo la cortina en su lugar y tomo la ropa sobre la cama para comenzar a vestirse.
