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MICHELLE

Estaba a punto de despertar y sentí que alguien jugaba con mi cabello y volví a mi sueño, escuché un trueno y abrace lo que tenía a lado, pero no era mi almohada, o al menos lo supe hasta qué escuche la voz de un chico haciendo que me levante de la nada y choque mi frente con la de él.

-Auch! -dije mientras me pasaba la mano por la frente repetidas veces.

-¿Como amaneciste princesa? - escuché esa irritante voz y dirigi mi mirada hacía él.

-¿Axel? - le pregunté confundida

-El único e inigualable -dijo con su sonrisa de creído.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunte mientras me acomodaba sobre las mesas, dándome cuenta que estábamos en la biblioteca -Demonios, pensé que esto solo había sido una pesadilla -dije suspirando.

-Oh, yo pensé que se te había borrado la memoria -respondió y lo ví mal.

-¿Qué hora es? - le pregunté y el se sacó el celular de su pantalón.

-Las seis treinta -dijo y yo me levanté de la mesa.

-¿Qué pasa? -me miro confundido y levantandose de la mesa tambien.

-A estas horas abren la escuela, de seguro ya abrirán la biblioteca en cualquier momento, debemos ir a la puerta -le dije mientras acomodaba las cosas en su lugar para no dejar pruebas.

-Mala idea -dijo y yo arqueé una ceja -No nos pueden ver aquí Michelle eso sería un gran problema -dijo y lo mire sorprendida, tenia razón, si alguien nos veían iban a ir con el director.

- ¿que hacemos? - le pregunté y él se quedó pensando un buen rato. me arregle el cabello con las manos y Axel se acomodó la ropa dejando su telefono en una mesa.

-Lo mejor será, que cuando escuchemos los pasos de alguien nos escondamos - dijo y volteó hacía la puerta -ahora -se levantó del piso y me jaló de la mano hacía unos de los pasillos. Se escuchó cuando le quitaron el seguro a la puerta, y después entró la bibliotecaria.

-Rayos -escuche a Axel al ver a la bibliotecaria -Si ella nos llega a descubrir, el problema será mas grande - dijo y Ella se dió media vuelta y caminó hacía la salida, Axel y yo soltamos un suspiro de alivio y después caminamos hacía la salida, con mucho cuidado.

-Bien, ahora hay que tratar de llegar a la salida del instituto lo mas rápido posible -dijo y yo asentí. El se asomo por la puerta viendo para ambos lados, después me hizo una seña con la mano para poder salir, pasamos por unos de los pasillos que nos dirigen a la salida, hasta que nos quedamos pasmados al escuchar que alguien se aclara la garganta.

-Señorita Beer, Señor Hoyer -escuchamos a la bibliotecaria decir. Nosotros de inmediato nos volteamos y unas sonrisas nerviosas aparecieron en nuestros rostros.

-Profesora -decimos él y yo al unísono. En el rostro de ella aparece una sonrisa malévola, indicándonos que estamos en un gran problema.

-Me alegra de verlos a tal hora de la mañana -dijo y mi cabeza comienzo a dar vueltas, si esta mujer nos llega a llevar a la dirección, que es lo más probable, tendré muchos problemas con mis papás.

-A no-sotros tam-bién -tartamudeé.

Ella dirigió su mirada a mi, se quedó viéndome por unos segundos que parecieron ser una eternidad para después arrugar su nariz

-Y díganme, ¿que hacen a estas horas por aquí? La entrada es hasta las 7: 30 -dijo y nosotros asentimos. A lo lejos escuchamos unos pasos acercándose hacía nosotros.

-Buenos días, señor director.-dijo la biblotecaria Alicia. Ay no, no el por favor pensé.

-Buenos días, profesora Alicia - él colocándose al frente de nosotros.

- ¿Se puede saber que significa esto? .- preguntó señalándonos.

-Nosotros se lo podemos explicar, señor Silvester -dijo Axel y yo asentí.

-Aquí no hay nada que explicar.- dijo la profesora -Estos dos -nos señala- han entrado sin permiso a esta escuela y han pasado la noche aquí

-¿Cómo es posible eso? - pregunto él.

-Como oye, hace rato que llegué y entre a la biblioteca, como de costumbre, y ellos dos estaban estaban...-dijo y yo sacudo la cabeza.

-Claro q-que no -tartamudee.

-Sin mentiras, señorita Beer -respondió el director.

-Y ¿usted tiene alguna prueba de eso? - le preguntó Axel, pude escuchar que en su voz hay una pizca de desafío.

-No hagas eso -Susurré- La biblotecaria volvió a sonreír y saco los brazos de detrás de su espalda, enseñando un teléfono.

-Señor Hoyer ¿no es éste su móvil? - preguntó y yo agacho la cabeza

-Ve señor director, estos dos estaban en mi, perdón, en la biblioteca -dijo sin más, Levante mi cabeza viendo como el director sacudia su cabeza y me miraba con decepción.

-No puede creer que una de las mejores estudiantes de esta institución haya hecho esto -dijo el director. Siento un nudo en la garganta y ni sé por que, nisiquiera hicimos nada malo. -Vayan a la dirección ahora mismo. Es una pena que tenga que llamar a sus padres a tal hora -dijo y se fue hacia su oficina, dejándonos con la sonrisa malévola de la bibliotecaria.

-Que tengan buen día, queridos -dijo y se fue a la biblioteca.

-Descarada -susurró Axel y después se volteó hacía mi.

-¿Estas bien? -dijo algo triste

-No -dije y comencé a caminar hacía la dirección, dejándolo a él ahí, solo. Cuando llegue me sente en una de las sillas que están ahí, el puesto de la secretaria estaba vacio, ella nos podría ayudar, ya que nos vio ayer cuando entramos. La puerta se abrió y entro Jaden con la cabeza abajo y se sentó en la silla que estaba al frente de mi.

-No te sientas mal -le dije para no ser tan dura con él. Levantó la vista y se me quedó viendo y una sonrisa juega con aparecer en su rostro.

-Y ¿por qué crees que yo me siento mal? - preguntó y yo fruncí el ceño -Michelle lo que pasó fue culpa de los dos, aunque en realidad, no hicimos nada malo -se encogió de hombros. La puerta de la dirección se abrio y apareció el director.

-Adelante -nos hizo una seña para que caminemos hacía allá. Yo me levanté y entre primero que Jaden

-Tomen asiento -dijo y nosotros lo hacíamos - Como saben, esta institución es una de las mejores de Los Angeles y nada como esto había ocurrido hasta que ustedes quisieron incumplir las reglas y normas establecidas aquí -dijo en un tono serio, el director siempre ha sido una persona muy dulce, pero ahora no lo era.

-Señor director, disculpe que lo interrumpa -dije yo y él asintió -Pero nosotros no hemos hecho un delito ni nada por el estilo, ni siquiera han dejado que le expliquemos lo que realmente sucedió -dije y él asintió.

-Tiene razón señorita Michelle, yo quiero saber todo lo que paso al frente de sus padres, yo sé que al ellos estar aquí, no me mentirán -dijo y Axel
y yo asentimos. Es una estupidez, yo no sería capaz de mentirle al director, o a algunos de los profesores con respecto a algo que hice o no. Nos quedamos un momento en silencio, hasta que fije mi mirada en el reloj de la pared, y éste marcaba las seis y cincuenta y tres, genial ya mis padres van a llegar.

Tocaron la puerta y mis manos comenzaron a sudar, estoy muerta.

𝕽𝖔𝖈𝖐𝖘𝖙𝖆𝖗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora