★Rojo; Cuando te alejas: me tiemblan las manos★

467 69 39
                                    

-Te animaste a venir, ¿ah? ¿cómo osas aparecer después de evitarme? —Preguntó Riddle con un tono de voz enfadado, pese a que en realidad, había estado desanimado.

El más alto podía desaparecer de su vida cuando quisiera. Antes de lo había dejado claro, pero en el momento en que sus amigos confirmaron que tampoco lo habían visto antes, le hizo pensar una sola cosa.

"Volvió al mar" enterró muy lejos de él, porque no le gustaba recordar la pequeña sensaciñon punzante que había tenido.

-Oh, vamos~. No podemos hablar aquí, vamos a tu cuarto~. —Floyd extendió su mano y sujetó la muñeca de Riddle, que pareció sisear de forma ínfima, ocasionando un vértigo inexplicable en su estómago. Aunque había dejado de ser inexplicable, pero prefería no pensar en eso.

Cuando llegaron a las afueras del dormitorio, Floyd de repente detuvo la mano de Riddle, que iba a girar el pomo de la puerta.

-Ya no creo que sea buena idea ir a un lugar lleno de reglas~. —Casi cantó, y sin embargo, el ceño de Riddle se frunció ante eso.

¿No fue el mismo Floyd quien había sugerido eso? ¿qué tramaba?

-Es buena idea ir donde yo elija correcto. Y quiero ir a mi cuarto, dado que diste la idea. —Contrastó.

-¿Qué asegura que no habrá pequeños peces rondando por aquí? —Preguntó Floyd , mientras el pelirrojo sentía la mano del más alto contra la suya y comenzaba a temblar por lo bajo.

-Saben que vamos a hablar, ¿no estás enterado de eso?

Floyd sonrió ampliamente ante eso.

-¿Eh~? ¿me estás diciendo que todos saben que querías verme? qué dulce~. —Bromeó, mientras Riddle simplemente inhalaba profundo y entraba a la habitación.

Rojo. Todo a sus alrededores teñido de rojo, como seguramente lo estarían sus mejillas cuando expusiera la situación y comenzaran a conversar sobre el beso.

Ya sólo quería acabar todo eso y volver a sus días de paz, cuando nada giraba en torno a Floyd, y era mucho más sencillo estar huyendo de él que de lo que sentía hacia él.

Entraron al cuarto del más bajo, y la sensación del deja vu se hizo con su cuerpo completo. Un escalofrío lo recorrió en totalidad.

Cuando la puerta se cerró, repentinamente se recordó en esa biblioteca, con el instinto de supervivencia activo. Los labios cálidos de Floyd sólo lo instaron a que una parte muy en su interior lo hiciera sentir confuso y cómodo, aunque asustado.

Similar a lo que estaba ocurriendo en ese momento.

-Vamos, vamos~ ven acá. —Como si en lo absoluto fuera un desconocido, exploró el dormitorio con la mirada antes de palpar la cama e invitarlo a tomar asiento—, ¿tienes miedo de que te coma? ¡tranquilo! no sólo como peces dorados.

Esa implicación de que otra persona era su presa fue incómoda.

Cuando tomó asiento en la cama, y sintió que se hundía ante su peso, se estremeció.

-Ah~ es relajante cuando nadie más anda rondándote. —Aceptó repentinamente—, ¿me odias? ¿es por eso que siempre me evitas? —Preguntó Floyd—, si me odias, entonces sólo pediré perdón porque Jade me lo sugirió y es problemático escucharlo regañarme. Por nada más. —Sinceró—, pero si no me odias...

-Te odio. —Cortó Riddle—, lo hago, en serio, es horrible cómo siempre estás buscando sacarme de quicio, y luego provocas que quiera estar contigo. Por un tiempo creí que sólo yo notaba lo molesto que eras, y todos comenzaron a darse cuenta de que pasábamos mucho tiempo juntos, así que prefería que fuera en privado.

-¿Oh? —Preguntó con una curiosidad casi falsa, como si supiera más de lo que Riddle gustaría—, ¿pero?

-Pero repentinamente sólo pensaba en lo molesto que eras y ¿cómo no voy a odiarte por eso? ¡cuando desapareciste, me di cuenta de que si no es por ti, simplemente no te veo! y fue...

-¿Fue?

-Molesto.

-¿Sí?

-Es estúpido. No quiero seguir esta charla. —Se quejó—, ¿por qué es como si sólo yo debo hablar? ¡tú me besaste! ¡di algo!

Floyd llevó su mano a su barbilla, fingiendo pensar la situación. Era un idiota.

-¿Ah? pero yo tengo todo resuelto. —Dijo, y Riddle sintió un torbellino en su barriga.

-¿Cómo podrías?

Repentinamente Floyd tanteó las manos ajenas, y comenzó a jugar con sus dedos; los entrelazaba, los separaba, todo con una sonrisa, como un verdadero niño pequeño.

-Los humanos complican todo. La posesividad es algo muy raro entre ustedes, pero Azul me habló de ella, ¿no es eso lo que sientes? ¿lo que siento? es algo básico, pececito. Me sorprende, se supone que eres listo.

Riddle sabía que eso no era simple posesividad.

-Aunque admito que a veces sí me gustaría molestarte por más tiempo. —Admitió el más alto—, supongo que eso es distinto.

"Yo, de cierta manera..." pensó Riddle, meciendo su cabeza en negación para borrar ese sentimiento amargo de su pecho. No quería completar esa frase.

-No soy sólo tu juguete, Floyd. —Comunicó, alzando su mirada y contactando con los ojos heterocromos del más alto.

-¿Quieres ser algo más, pececito? 

Esa fue una pregunta retórica.

Tenía que serlo.

-Tienes muchas personas a quienes molestar, a eso me refiero. No quiero seguir siendo tu presa. —Dijo, pero en realidad, no quería ser una opción más.

Siempre se sintió incorrecto, ahora lo sentía aún más.

Floyd repentinamente se puso de pie, y luego se arrodillo frente a él. Aun en esa posición, extendió sus manos y tocó la barbilla de Riddle, atrapándola entre su pulgar e índice, y alzándola para tener un mejor control.

Pese a todo, él tenía una enorme paciencia a Riddle. El pelirrojo tenía que admitir que eso era terrorífico, porque nunca sabía cuándo podría colapsar y odiarlo por siempre.

Repentinamente Floyd se carcajeó.

-Los humanos son raros. —Insistió—, pero interesantes. —Comentó, mientras el aire de los pulmones de Riddle parecía causar estragos en su interior impidiendo su respiración en autosabotaje, cuando sintió el tanteo de los labios ajenos paseando por su rostro—, por ejemplo, si hago esto, comienzas a sonrojarte, ¿no es lindo~? —Jugueteó, y el más bajo se sintió burlado.

Abrió la boca para quejarse, pero repentinamente se vio silenciado.

Floyd había vuelto a besarlo. Aunque no en los labios, y no con la voracidad de antes, sino que con una calma y paciencia enormes, como si en realidad tratara de decir algo.

La comisura de sus labios rápidamente se secó mientras el más alto se ponía de pie.

-Me aburres~ cuando quieras hablar claramente, búscame. Mientras, te daré más temas de charla. Adiós~.

Mientras Floyd y sus pasos resonaban por toda la habitación, Riddle sintió sus manos temblar.

Cada vez que Floyd se alejaba de Riddle, el de ojos platinados sentía que su temperatura bajaba por los nervios, y sus manos temblaban, por el mero hecho de sentirse débil ante Floyd.

Por el mero hecho de sentir algo por él.

[Twisted Wonderland] Como el sol (Floyddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora