—¡Adiós!
Y colgué la llamada.
—Dijiste algo de sacar la araña y creí que había una araña en la pared —dijo Hunter apenas dejé el celular en la cama —me asusté.
Reí mucho con lo que dijo —No me digas que le tienes miedo a las arañas —tome la camisa y me la coloqué.
—No, sólo pienso que son asquerosas —admitió con un gesto de desagrado
—Bueno, cuenta con que cuando seas mayor y tengas esposa e hijos tu deberás ser el hombre de la casa y matarlas.
—Sí... —murmuró y rodó sus ojos. —Hablando sobre esposas e hijos, ¿Dónde esta Daniel?
—¿Qué tu no estabas con él? —fruncí mi ceño.
—No, yo estaba en la habitación de las chicas —esbozó y me mostró sus manos con las unas pintadas y yo solté una carcajada —, lo peor es que querían planchar mis bellos rizos naturales, tuve que salir corriendo de allí. Pensé que Daniel estaba contigo.
—Recién salgo de la ducha. —explique abrochándome los botones de la camisa.
Seguidamente escuchamos el sonido de unas risas en el balcón. Intercambiamos miradas y nos dirigimos a la ventana. En el balcón estaban Cid y el tan buscado Daniel.
—¡Así que aquí estuviste todo el tiempo! —le dije a mi mejor amigo —, te estuvimos buscando.
—¿Me buscaban? ¿Por qué?
—Jacob decía que algún día iba a tener hijos y una esposa, y yo me acorde de ti —alzó Hunter sus hombros sin darle mucho interés y sentó al lado de Cid.
Daniel niega con su cabeza —Bueno, aquí estoy. Cid me estaba por contar el encuentro que tuvo con Dios
—¡Oh por Cristo nuestro señor! Cuentas cuenta cuenta, ¡Quiero saber! —insistí zamarreando un poco su rodilla.
—¡Espera! Déjame ir por las papas que compré en la mañana —avisó Hunter y salió corriendo a la habitación. Al cabo de unos segundo vuelve con la bolsa de papas en la mano —. Ya estoy listo, cuenta todo lo que quieras. —indicó abriendo el paquete.
—Oye dame un poco —pidió Daniel y Hunter le alcanzó el paquete.
—Bien, en el taller de hoy, bueno, desde el primer día de hecho, me comencé a dar cuenta de la necesidad de afectar a los chicos que no conocen a Dios, yo antes estaba demasiado metidos en muchas cosas y eso traía tanta ansiedad y depresión a mi vida, pero tu Jacob y Aaron fueron como una saeta para mi, no se avergonzaron de Dios y literalmente me salvaron, bueno Dios me salvó, pero ustedes fueron el instrumento. Y sí, aprendí mucho de su lenguaje aquí —comenta con gracia y los tres reímos —. Y yo quiero hacer eso, cuando vuelva a Lille me voy a volver a encontrar con mis amigos que están metidos en lo que yo estuve poco tiempo atrás y quiero realmente ayudarlos a salir y que sepan que Dios los puede sacar de ahí y comenzar una nueva obra dejando el pasado detrás.
—Amén. —musitó Daniel mientras escuchaba atentamente.
—Nunca sentí a Dios tan real como en este campamento. Hoy pasé adelante para que oraran por mi, y en el momento que dos, supongo pastores o algo, se acercaron a mi, sentí un escalofrió que recorrió por mi espalda y me temblaban los pies. Uno de ellos puso sus manos sobre mis hombros, y el otro en mi abdomen. Comenzaron a hablarme de parte de Dios, me dijeron: "Así te dice Dios: Cid, nunca te olvides de que Yo Soy Dios y que Soy tu Dios, porque yo jamás me olvidar de que tu eres mi hijo, bástate en mi gracia y sabrás que Soy Dios, yo me fortalezco en tus debilidades y te levantaré como una saeta, tu llevarás luz a personas y te llevaré a lugares que nunca has imaginado. Porque un día yo te liberte del yugo de la esclavitud, la ansiedad y la depresión, y por tu fe gente será profundamente impactada, Yo Soy Dios y así lo hare, aunque sientas en algún momento que no es así, recuerda este día porque cuando salgas de aquí tu ministerio comenzará." Cuando Dios comienza hablar, literalmente sólo dijo las palabras "Yo Soy Dios" y sentí algo en mi abdomen, como un retorcijo, una fuerza que me hizo caer rendido y sentía todo el peso de su presencia, sobre mi y en mi. Y saben, yo jamás había escuchado la palabra ministerio, pero en ese momento lo entendí sin necesidad de que me lo explicaran, no se como se le llame a eso pero... no lo sé chicos, mi vida ya no será la misma después de este campamento.
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Llamados Y Escogidos II © [TRILOGÍA]
Teen FictionLa vida de Jacob Lee, un muchacho compasivo y apasionado por Dios, pega un giro inesperado cuando se cruza con un chico que promete hacer lo imposible para acabar con su fe. Pero él debe mantenerse firme y seguir anunciando de Dios, aún sabiendo que...