Llamados Y Escogidos II © [TRILOGÍA]

Capítulo 3

Miércoles, 9:20pm.
Lille, Francia.

Les había dicho a Laurent y Diana, que no quería que Lauren supiera de esto, hasta que yo le diga. Ella es mi mejor amiga, nos tenemos un gran aprecio y yo sé, lo mucho que le importo, y no quiero que se preocupe por mí. Realmente no quiero angustiarla o algo parecido, pero también sé que si no se lo digo podría sentirse mal porque no confié en ella.

Por esto, decidí contárselo. Hablé con ella anoche y dije que quería juntarme con ella en el parque, para hablar en general y no de eso en específico, ya que ella comenzó otro año escolar y quiero saber cómo le está yendo.

Normalmente solíamos juntarnos a la tarde, pero en ese horario yo asisto a la facultad, estoy libre en las mañanas, pero ella está en la secundaria a esa hora, realmente se nos complica vernos. Pero ambos estamos libres en la noche, mi horario de salida de la universidad es a las ocho y media, y ella no hace nada en ese horario así que decidimos de ahora en más juntarnos a partir de esa hora.

Llegué al parque y la vi sentada en la misma banca de siempre. Recordé la primera vez que la vi, fue aquí mismo, bueno en realidad la primera vez fue cuando estaba buscando a Milo, pero fue en esta misma banca donde nuestra amistad comenzó.

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— Esto es relajante —rompí el silencio entre la chica desconocida y yo.

Había pasado toda la tarde buscando a Milo, ya era de noche, y decidí olvidarme de la búsqueda por hoy encaminando hacia mi casa, cuando vi a esta muchacha sentada en una banca completamente sola, sentí en mi espíritu una angustia enorme, como un pesar, y había decidido acercarme a ella.

La muchacha voltea asustada pero luego de unos segundos su expresión cambia a una normal. Su rostro se me hizo familiar. — Te conozco de algún lado —comenté arrugando mi entrecejo como seña de que estaba intentando recordar.

— Bueno, eres el chico que me preguntó por su perro esta mañana —su voz era dulce y suave, pero logre discernir cierto desánimo en ella.

— ¡Oh, sí! Bueno, mi nombre es Jacob, Jacob Lee —me presenté ahora de una forma más formal.

La chica morena sonríe. — Es un gusto, me llamo Lauren Brook...

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Siempre venimos a esta banca, se ha transformado en nuestro lugar. Aquí hablamos de nuestras vidas, aquí alabamos y oramos, aquí reímos, aquí lloramos, aquí nos enojamos, realmente pasamos muchas cosas los dos en esta banca. Reitero, es nuestro lugar.

— ¡Hola! — me senté a un lado de ella.

La chica de ojos oscuros, me mira y una sonrisa se forma en sus labios. — ¡Cuánto tiempo sin verte, Philistin! Te extrañé mucho — reposa su cabeza en mi hombro.

Reí. — Lauren nos vimos el domingo en la reunión, solo han pasado tres días.

— Lo sé, pero igual — ríe y se re reincorpora a su posición anterior. — ¿Qué tal tu comienzo en la universidad? — pregunta emocionada.

— ¡Demasiado bien! Hasta no me he estresado con la cantidad de contenido que nos dan, y es genial porque todos mis compañeros lo están... Bueno, todos menos Aaron, ¡Y sí! ¡Estamos en la misma subdivisión! Yo no tenía idea de que se anotó en la misma universidad que yo, fue genial cuando me lo encontré...

— Me alegra demasiado oír eso —sonríe.

— ¿Y tú? ¿Qué tal tu comienzo en un nuevo año escolar? ¿Te han molestado por tu fe? — pregunté desasosegado.

— Al irse Logan, todo se calmó bastante, sólo he recibido una que otra mirada de parte de Danielle y sus amigos, o un comentario despectivo de si parte, pero nada directo... De todas formas, me siento muy tranquila, además tengo a Noah allí, y estoy siempre con él en los recesos, me hace muy bien estar con él, Dios apartó a Danielle de mi camino para que pudiera conocer a Noah... Oh, y bueno, también tengo a Dios — soltó una pequeña risa ante su último comentario.

— Qué bueno... En serio — mencioné severo.

— ¿Todo en orden?

— Sí, claro — le sonreí y recordé la razón por la cual la invité. —... Bueno de hecho, no tanto. Dios me quiere llevar a un lugar y estoy realmente aterrado para serte honesto.

— Espera, ¿A un lugar? ¿De qué hablas? Me asustas.

— No es lo que piensas, no es malo... Bueno, para mi mente es malo, por lo recuerdos que tengo, pero sé que es bueno porque me ayudará a crecer — expliqué.

Lauren me mira con su entrecejo fruncido, como si estuviera tratando de descifrar algo. — ¿Qué? Jacob, me confundes, no entiendo. ¡Explícate!

Era el momento, tenía que contarle. Todo. Desde el inicio.

— ¿Recuerdas que una vez en una de las celulas te dije que yo nací en Nantes?...

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Por fin apareció Lauren jajaja.

Perdón por no actualizar a tiempo, pero acá está el capítulo.

Espero que hayan amado ese flashback AAAA:')

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