Capítulo 34

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Viernes, 08:30hs.
Niza, Francia.

Quinto día de campamento

Jacob Lee.

- ¡Despierta Hunter! -le dije al pequeño que dormía cómodamente tapado.

Todos estábamos de un humor muy alegre hoy, anoche fue algo increíble. El culto finalizo eso de las tres de la madrugada, pero nadie se quería ir, todos queríamos más de Dios, con los chicos dijimos de que en cuanto volvamos al hotel nos íbamos a quedar leyendo la biblia y adorando, pero cuando íbamos en el colectivo todos nos quedamos dormidos y cuando llegamos teníamos tanto sueño que ni nos acordamos.

-Oye, cuéntanos tu experiencia anoche, Jacob -pidió Daniel mientras salía del baño con el cepillo de dientes.

- ¡Si amigo! Yo te vi tirado en el suelo, pensé que el Señor te había llevado con El -exclama Cid y los tres reímos.

Me senté en el borde de mi cama, dejando que Hunter siguiera durmiendo -Bueno, por dónde empezar... ¡Nunca imagine que fuese tan maravilloso como lo fue! Sinceramente yo pensaba que todos iban a sentir la presencia y no yo, ¡pero no en un sentido triste!, ustedes entienden. Pero cuando comencé a cantar sentí que algo iba a acontecer, algo de lo que nunca me olvidaría, y así fue. "Trae aquí el cielo" fue el detonante de todo, creo nunca sentí su presencia tan real como en ese momento, y solo pude caer de rodillas y empecé a gritarle "¡Consúmenos con tu gloria! ¡Inúndanos de tu gloria! ". En ese momento no había nada más importante que Su presencia para mí, ¡estaba dispuesto a morir allí! si así recibiera la mayor ola del poder y la presencia de Dios sobre mi vida. Y no puedo explicarlo sentí una fuerza que me empujó hacia atrás con violencia...

- ¿No te dolió? -Cid hizo una mueca.

- ¡No! - reí -Bueno, no lo recuerdo. Solo sé que fue una experiencia grandiosa -sonreí recordándolo. Daria todo por sentirla otra vez.

Nuestra charla fue interrumpida por un chico de cabellos rizados que hablaba en lenguas. Los tres lo miramos con sorpresa y él nos miraba de la misma forma sin poder detenerse.

- ¿Eso es italiano? -pregunto Cid.

- Parece chino - comento Daniel.

- Es italiano - afirmé.

- Santo Dios de... ¿Alguno entiende italiano? -interrogo Cid.

- No... pero creo que Alice sí, ¿Cierto Daniel? - mire a mi amigo quien asintiendo dijo:

- Iré a buscarla - y salió de la habitación con prisa.

Hunter no dejaba de hablar en otro idioma y nosotros teníamos prisa por saber que era lo que el Espíritu Santo le estaba haciendo decir.

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16:30hs.
Niza, Francia.

-Por favor Dios, necesito que me digas, por favor confírmame -rogué a Dios, sentado en el balcón

- ¿Qué quieres que Dios te confirme? -Hunter apareció en el balcón asustándome.

-Santo... -dije con mi mano en el pecho y el adolescente se sentó frente mío esperando mi respuesta -Nada, es solo que... hay alguien pero no sé si es la voluntad de Dios y quiero que me lo diga.

- ¿Uh, Jacob está enamorado? -movió sus cejas coqueto para molestarme.

-No... no lo sé. Es raro porque jamás la vi así... pero si es el diseño de Dios el cambiara mi mirada.

- ¿Hablas de Lauren, cierto? -repite la acción de hace un rato.

-No, no hablo de ella -contesté -A ti te gusta Lauren.

Llamados Y Escogidos II © [TRILOGÍA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora