8. Galletas

804 146 23
                                    

Shigaraki nunca había probado unas galletas más deliciosas, hasta que probó las que preparaba mamá Inko.

—No puedo creer que solo vengas a mi casa por esas galletas —dijo Izuku indignado mientras terminaba de acomodar sus libros—. Le diré a mamá que ya no las prepare.

El de cabello celeste refunfuño y siguió escribiendo en su cuaderno. Tenía una letra horrible.

—No tengo la culpa de que nuestra madre sea una Diosa en la repostería —respondió sin interés—. Además, no solo vengo por las galletas.

—¿Ah, no? —dijo Izuku sin mirarlo a los ojos.

—No.

Shigaraki se acercó hasta Midoriya, estando solo a unos centímetros de sus labios. Lo tomó del mentón con suavidad, Izuku se ruborizó con fuerza al sentir las frías manos de Shigaraki en su rostro y trago en seco. Cerró los ojos siendo presa del nerviosismo. Tomura sonrió un poco.

—No —repitió en voz baja—. También vengo a que me pases la tarea, ya sabes.

Se alejó de Izuku, dejándolo más sonrojado y confundido que antes. 

—Eres un estúpido —susurró.

Cuando Shigaraki estuvo a punto de responder, la madre de Midoriya entró en la habitación  trayendo consigo una pequeña bandeja plateada repleta de galletas de chocolate. Tomura al ver esto, le brillaron los ojos con entusiasmo.

—Es una nueva receta —dijo poniendo la bandeja sobre el escritorio, justo en frente de Shigaraki—. Espero que te gusten, cariño.

—Todo lo que usted hace me encanta —respondió tomando una de las galletas, llevándosela a la boca mientras miraba a Izuku, éste esbozó una torpe sonrisa con un ligero rubor en las mejillas. Shigaraki se mantuvo tranquilo, aunque por dentro sentía que el frenético latido de su corazón sería audible para su amigo. 

Las galletas solo eran una excusa para ver a Izuku todos los días después de la escuela.

Pecas y cicatrices | shigadeku • fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora