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—¡Pero qué demonios pasa en esta casa! Joder. Pensé que eras una chica...

Encima me gritó cuando el ofendido debí ser yo.

—Mierda, estoy mal, creo que es el alcohol. Sí. Eso debe ser...

En ese momento apareció Kyuhyun hyung y me alejó del faltoso, pues ya me iba a ir de manos con él.

—Joven Kim, por favor, se lo ruego tenga más paciencia con él, acaba de ingresar a trabajar.

Vi que el tal "joven Kim" no dijo nada más que irse por su lugar sin ni siquiera disculparse.

—Pero que le pasa a ese idiota.

—No eres el primero a quien se lo hace, Tae. Se lo hace a cada jovencita que tengamos de empleada. Y debes tener más tacto al tratarlo, sé que lo que le hiciste se lo merece, pero es el hijo de la señora y nadie tiene por qué contradecirlo. Kim Jonghyun. Así se llama.

Entendía lo que decía, pero por otro lado no me gustaba la idea de que haga lo que quiera, pero no tenía ánimos de reprochar, había sido mi primer y agotador día de trabajo.

El camino de regreso a casa fue algo agotador, llegué a mi cama y sin más me lancé a dormir.

La semana de prueba pasó regularmente, el día viernes Kyuhyun me dio la gran noticia: "estás contratado, Lee Taemin". Y aunque mi expresión de felicidad era mucha había algo en mi interior que me decía que lo disfrute por ahora.

Durante la primera semana pude notar que "La Bestia" no salió por su almuerzo. Kibum me comentaba que a veces almorzaba como a veces no, y era casi ya algo normal en él. Quería verlo, hablarle, la única vez que lo vi salir fue cuando el señor Choi reanudó su viaje, lo observaba desde la ventana de su habitación y apenas me vio se ocultó tras esta.

Ya era la segunda semana, llevaba la ropa limpia a todas las habitaciones, sobre todo quería dejárselas a "él". En el camino me encontré con Kibum quien se ofreció a acompañarme.

—Vaya, parece que ahora todos te envían a la habitación del joven amo, si que eres valiente Taemin.

—No es como si le tuviese miedo, solo que hay que saber tratar a las personas, después de todo eso es lo que es: una persona.

Llegamos a su habitación y él dejó el almuerzo en una las mesas que había. Él se retiró y yo me quedé tendiendo las sabanas. Estaba limpiando la repisa cuando en ese momento se cayó una especie de libro al suelo, me agaché a recogerlo y grande fue mi sorpresa al darme cuenta que era un álbum de fotos. Miré a todos lados para comprobar que él no estuviera cerca. Me senté a la orilla de la cama y abrí el álbum, tenía una inscripción con letras doradas "Family Choi", acaricié la portada y empecé a ver las fotos. Ahí estaban todos los integrantes, el señor, una bella mujer, un niño y una mujer mayor. Tras voltear la página noté que en esa foto estaban escritos los nombres de las personas en ese mismo orden que estaban alineados de izquierda a derecha: "Choi MinJung, Choi MinSeok, Choi MinHo y la abuela Choi". Rápidamente captó mi atención "Choi Minho" pues era el niño que sostenía el osito de peluche y sus ojos eran idénticos a los de "la bestia".

En ese momento salía él desde otra puerta y yo solo opté por devolver el álbum a su lugar rápidamente y similar que limpiaba por allí.

—Ehm, su almuerzo está listo, joven amo.

Noté que ni me miró solo se sentó a comer de mala gana. No tenía ese apetito de otros días. Quizás ¿la comida no le gustaba?. Miraba el plato y apenas tomó la primera cucharada la escupió. Vaya, eso era grave.

Me apresuré a ayudarlo, pero él me apartó bruscamente. Caí sentado en la cama y comencé a ver como se ponía de pie y lanzaba la mesita de centro hacia algún lado, los platos salieron volando y uno de ellos me rozó la mejilla cortándola un poco.

In your eyes [2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora