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A los tres nos tomó desprevenidos, tanto que a mi volvieron los nervios de la mañana.

— ¿Qué fue eso? — Kendall quiso ir a revisar, pero Mark se adelantó, ambos salieron de la cocina dejándome solo. Quería ver qué fue lo que causo ese sonido, pero tenía miedo.

Miedo, de saber que alguien me observaba. Mire la ventana, la oscuridad parecía tan densa, tan profunda.

— Suga — Mark me tomó del hombro, y vi en él la mirada más arrepentida que pudo darme.

Kendall se volvió a sentar.

— Pudo ser un gato, hay veces en que los animales andan juguetones por las casas, en busca de comida — Mark pareció volver en sí, asintió y dibujo una sonrisa.

— Claro, pasa a veces, sigamos comiendo —

Ellos parecían no tomar importancia, pero yo aún me mantenía nervioso. Miraba mi plato y pensaba en que sería de mí, cuando tengan que retirarse y las luces se apaguen. ¿Fue un gato o algún animal lo que provoco ese estruendo? O ¿era algo más?

— Extrañare tu comida, esta deliciosa — Mark alagó a Kendall y ella con una mejilla en el rostro de Mark correspondió a sus palabras con un apretón. Esos apretones de mejilla que te dan tus tías o en general tu familia, por lo tierno que creen que eres.

Sonreí... no quería que la noche acabara y menos que ellos se alejaran... no quiero estar solo.

— Por favor Kendall, intentemos dejarlo en una sola pieza — reímos.

— Mark puede soportarlo — volvimos a nuestros platillos, yo repetí plato al igual que Mark. Kendall solo se nos quedaba mirando sonriendo, contando anécdotas de su adolescencia.

Intente dejar todo atrás por el día de hoy.

Llegamos al postre. Con un pedazo de tarta nos sentamos en la sala.

Era momento de darle mis regalos, sentía que Mark había sufrido todo este tiempo, y que necesitaba al menos un buen recuerdo de este lugar.

— Tengo una sorpresa para ambos —

Destape el piano, ambos miraron sorprendidos el instrumento. Les asegure que sabía tocarlo y les demostré una pieza vieja, perfecta para esta temporada.

Me senté en el banquillo, acaricie las teclas para pasar directamente a ubicar mis dedos en las primeras notas.

Las notas, que sonaban por la casa eran graves en su mayoría y con un final tranquilo. La sonata era como una tormenta, pero que su final siempre nos recordaba que el sol salía. Olvidaba lo tranquilizador que solía ser, no había nada más bello que el sonido de un piano... mi primer amor.

Cerré con aquel final armonioso, pero a mi mente con el ritmo de la melodía, se le hizo familiar una escena. Cuando abrí mis ojos, el recuerdo que estaba en mis pensamientos se hizo presente: me encontraba en mi trabajo y había alguien frente al piano, un hombre cuyo rostro estaba borroso, pero que sin mucha importancia le pregunte "sabes dónde está el... "

Ambos sujetos aplaudieron al término de mi pieza. Y con ello desperté de mi ensoñación. "Es un simple deja vú" me dije. Disipe aquel recuerdo, Incline la cabeza en agradecimiento y hable.

— Y tengo una sorpresa más — ellos aún más expectantes me miraron felices, así que fui por el regalo.

Mark agradeció con una inclinación también, como lo suelen hacer en Corea. Por su parte Kendall quería ver que era.

Al abrirlo Mark quedo fascinado.

— Suga... — sus ojos expresaban lo sorprendido que estaba, me abrazo por los hombros. Anteaquella escena Kendall lloraba, la acerque a nosotros y nos unimos los tres enun abrazo fraternal. Así fue como se terminó nuestra noche.

Le propuse, que se quedaran en mi casa. Kendall negó, diciendo que este lugar era muy tranquilo.

"claro"

Mark por su parte, dijo que debía entregar su llave al vendedor, mañana temprano. Así que no podría quedarse.

Los despedí y pronto todo quedo en silencio. Sonreí por lo feliz que término siendo todo. Salió como lo habíamos planeado.

El frió llego a mi sala y como apenas había cenado, tome unos troncos de madera, los acomode en la chimenea e hice fuego. Me senté en mi sillón viejo, recordé lo cálido que se sentía tener compañía aquí en la casa.

— Tal vez, deba llamar a Hoseok — busque mi celular, le mande un mensaje a hobi acerca de sus vacaciones y cuando vendrían de visita.

"Espero que no den ningún problema aquí, los sacare a patadas de mi casa si sucede"

Que puedo decir, soy así con hobi y hobi conmigo.

"click"

Voltee asustado hacia el piano. Una tecla había sido tocada.

Las habitaciones se encontraban a oscuras, solo la flama de la chimenea era la luz dentro de este cuarto. No hace falta decir que las sombras que se producían, ahora danzaban alrededor de la sala, eran de tamaños grandes que luego se volvían pequeños y en algún punto de la cocina... las sombras se juntaban hasta formar una espesa bruma, o eso es lo que parecía.

"bastante terrorífico"

"necesito aprender las luces" pensé mientras no quitaba mis ojos de aquel lugar. Sentía el frió deslizándose por mi piel. A cada segundo las sombras cobraban más vida.

"necesito a alguien" 

La puerta fue tocada. Ahora si estaba paralizado de miedo. Quería levantarme, pero mi cuerpo no hacía caso.

— Suga, soy yo, Mark — escuche de fuera.

Su voz, me dio valentía para correr y encender la luz de la habitación, me acerque a la puerta. Me diun tiempo antes de abrir para calmar los escalofríos que tenía mi cuerpo. Inhaley suspire una última vez.

— Mark, ¿Qué sucede? — pregunte al abrir.

>>gracias por leer

Vudu Doll - jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora