Catálogo De Seres Fantásticos

Los Gnomos: criaturas diminutas

Esta es la historia del gnomo más viajero que existió nunca, y al que todos recuerdan porque sus hazañas aún no han sido superadas por ningún otro gnomo. Aunque se llamaba Pockel, en el mundo subterráneo todos le conocían como Pok, y era tan pequeño y rechoncho que nadie hubiera apostado un trozo de carbón a que saldría vivo de la peligrosa aventura en la que se embarcó.

Llegó un día, hace mucho tiempo, en que el bueno de Pok se dio cuenta de que ya estaba harto de ser minero, así que se dedicó a estudiar la historia de su pueblo en la biblioteca que habían construido sus antepasados. Allí, Pok descubrió que los gnomos pertenecían a la categoría de los seres más antiguos del universo, pero cuanto más sabía de su pueblo más curiosidad sentía por el resto de las criaturas. Y así, un buen día cogió sus cosas y salió al mundo para conocerlo.

Durante doscientos años no se supo nada del viejo Pok, y todos lo daban por muerto. Pero cuando regresó con miles de historias y un centenar de objetos extraños, los gnomos comprendieron que había hecho grandes cosas.

Desde aquel día se dedicó a contar su vida a cuantos quisieran escucharlo. Y así fue cómo los gnomos supieron por primera vez de los elfos y los silfos, de las nereidas y las salamandras, e incluso de los hombres y los temibles orcos. Y cuando por fin cumplió quinientos años y su cuerpo se hizo tierra, a su entierro asistieron representantes de los más lejanos lugares del mundo para rendir homenaje a aquel viejo aventurero al que todos llamaban "señor Pok".