5

712 48 0
                                    

- Raúl, sé honesto ¿Qué tan mal esta?

Raúl soltó un gruñido y me miró con su clásico aire de superioridad.

- Esta mal, con eso basta.

- Vale, sí, entiendo, es un mal momento pero necesito saber dónde esta para que esos dos se reconcilien y eres el único que me puede ayudar.

Raúl volvió a gruñir y miró a Marcos atravez de la ventana, había preferido quedarse en el auto.
Luego que Alfa Juan se fuera se había quedado en mi casa por tres días, no habla mucho, solo lo necesario, papá se tomó una semana libre para pasarlo con nosotros y dijo que no era necesario ir al colegio si no queríamos ir, yo falte solo el primer día pero Marcos no había vuelto y al parecer no tenía planes para volver.

- Mira Chris, entiendo que lo estén pasando mal, no merecen esto, pero eso no significa que los demás debamos sentir empatía por su insignificante tragedia y resignarnos al dolor, ese chico Jordan no está bien, déjenlo sanar sus heridas aunque sea un poco.

- ¡Pero...! - Mi voz quedo estancada con amargura, Raúl tenía razón, esto no era más que un acto de egoísmo, no estaba pensado en Jordan realmente, solo quería que Marcos volvería a ser él mismo.

Marcos seguía acercándose a mi apesar de todo, talvez por instinto o por consuelo, sin embargo no decía nada y siempre llevaba esa mirada triste, me decía que no quería volver a su casa, que le dolía estar ahí.

"Por favor déjame quedarme aquí, por favor Chris..."

Eso fue hace tres días, había llorado toda la noche acucurrado a mi lado.

Un largo suspiro se escapó de mis labios mientras miraba la variedad de tintes de pelo y peines, estaba en la peluquería que manejaba Raúl, apesar de que nunca habría todo parecía estar extremadamente limpio y ordenado, eso siempre me causó curiosidad.

- Entonces vine aquí en vano. - La silla se hundió con mi peso al sentarme, volví mi vista hacia la ventana, no podía ver a Marcos de donde estaba, en comparación un anuncio de pollo frito inundaba mis ojos, había venido con la esperanza de encontrar a Jordan, aparte la mirada y me volví hacia el famoso mago de la manada. - ¿Qué debería hacer? El muy idiota está con la cara larga de hace rato y no sé cómo alegrarlo.

- Bueno, acaba de terminar con el chico que ama y no puede hacer nada porque su Alfa lo obligó ¿Crees que iba a estar bailando merengues?

Iba a reprocharle que sabía que no iba a ser así pero en ese momento se escuchó como alguien se acercaba, poco después Marcos entro y se colocó a mi lado, no había mirado a Raúl, hasta parecía que ni siquiera lo había notado, solo se había dirigido hacia mi con la mirada baja y con las manos en sus bolsillos delanteros de sus jeans negros desgastados, todo el aura a su alrededor parecía como una mala película.

Raúl y yo nos miramos en silencio y esperamos a que el recién llegado hablara, pasaron unos 5 minutos para eso, casi habíamos creído que definitivamente no iba a hablar.

- Te estabas demorando mucho. - Me sobresale al escuchar su voz ronca.

- ¿Es así? Lo lamento.- Dije y force una sonrisa.

- No pasa nada, por eso vine.

Y tras decir eso no volvió a hablar, Raúl y yo nos volvimos a mirar y asintimos en silencio.

- Bueno mi amor, ya es hora de un cambio de look ¿no crees?- Raúl se apoyo en Marcos con una enorme sonrisa forzada.

- Oh si, vamos a hacernos unas rastas o dejarnos el pelo rosa, vamos gata loca, hagamos locuras.- Seguí el juego levantandome y empujando a Marcos al asiento - Mira esas mechas horribles que haces llamar por pelo, es hora de hacer un cambio ¿no crees?

Voltee la silla hacia el espejo.

- Mmm... talvez, sí, talvez debería quedarme calvo.

- ¿Qué?- Solté paralizada mientras que Marcos calvos llenaban mi mente con horror.

- Okey, mi amor, estamos animandote a mejorar, no a empeorar.- Puntualizo Raúl.

- Entonces quiero el pelo rosa.

Tocí ahogandome con mi propía saliva.

- O calvo, rosa o calvo, ya me da igual.

- ¡Rosa!- Dijimos Raúl y yo al mismo tiempo.

- Vale pero...- Inicio Marcos pero fue cortado por el sonido de mi teléfono.

Lo saqué y me paralicé al ver la pantalla, era Jordan, salí rapido del local y conteste.

- ¡¿Dónde estas?!, te hemos estado buscando ¿sabes cómo esta Marcos? ¡Esta destrozado! - Grite mientras que daba vueltas en el mismo lugar.

- Yo... lo siento Chris, yo no sé qué hacer, ustedes son mates, estan destinados a estar juntos, en cambio nosotros no.

- ¡No me vengas con esas, sabes que entre Marcos y yo nunca habra algo!

- Eso no lo sabes Chris... despúes de todo son mates.

- Mates esto, mates lo otro, sí, somos mates, pero a él solo se le para cuando esta contigo, es que mierda ¡És gay Jordan, es malditamente gay ¿qué más quieras que diga?!

- Yo...

- Tu nada, estamos en la tienda de Raúl, te vienes y arreglan las cosas.

- Esta bien Chris, tu ganas, pero prometeme que lo que dices es cierto, que aunque sean mates no se amaran como yo lo amo a él, prometemelo.

Me quedo en silencio unos segundos, recordando lo que pasó en la cama hace unos días, como ese Marcos que conocia de hace años cambiaba a uno totalmente diferente y derepente no estaba tan segura.

Él es gay Chris y ama a Jordan, ellos deben de ser los verdaderos destinados, no nosotros, la luna se equivoco, eso pasó.

- Lo prometo- Solté segura.

- Estoy allá en 10 minutos.

Y luego la llamada se corto.

Miré el teléfono y me quede ahí, plantada sin saber qué hacer, me sentía mal de alguna manera pero al mismo tiempo aliviada, Jordan y Marcos estaran juntos.

¡Lamento la demora! Se que ha pasado mucho tiempo pero ya estoy aquí, sé que el cap ha estado algo aburrido pero es para volver a acostumbrarme, los siguientes estaran mejores, la historia esta recién empezando ¡Muchas gracias por leer♡!

Un mate gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora