5. Por fin la autora se dignó a aparecer.

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Entró al tren como pudo, mejor dicho, a rastras; caminó entre el vagón y cayó de lleno al asiento. Se sentía mal, devastado, no solo por la golpiza que recibió, sino que por lo que causó.

Sabía que era obvio que su padre ya sabría algo, bastaba ver cuándo prendió su teléfono el historial telefónico, tenía cientas, en serio, cientas de llamadas perdidas de su padre, Steve y Wade.

Luchó por no caer inconsciente, pero la verdad, él prefería que fuera así, no se sentía nada bien.

~•~

Despertó gracias al movimiento brusco del frenar del tren, todo en su cabeza se acomodó, sabía que tenía que hablar cuánto antes con su padre, pero lo primero era bajar del transporte.

La vista era preciosa, nada que ver con New York, aquí parecía ser un pequeño pueblo, le despertaba cierto interés. Caminó cojeando gracias al dolor que sentía en su pierna derecha, eso sin duda le demostraba que estaba en la realidad, la cual tenía que arreglar. Se acercó a lo que parecía un pequeño local, al cual no dudó en entrar para poner una recarga telefónica.

Salió y la tenía el número listo para marcar, necesitaba hablar con él. Espero en línea solo unos cinco segundos.

–Hola, sí, este es Iron Man, sin embargo, debido a un gran idiota rubio, ya no uso este número, buen intento de todos modos. Para todas las cosas sobre Tony Stark, visite TonyStarkIronMan.com y uh, intente mantenerse a salvo ¿Sí? Ya estoy bastante ocupado.

¿Qué? ¿Qué había sido eso? No podía creer que alguien hubiera filtrado el número privado de su padre. Suspiró y negó, se tenía que disculpar, de verdad tenía que hacerlo. Bajó la mirada, se sentía perdido, sentía que todo lo que estaba haciendo estaba mal, así que decidió hacer lo que cualquier persona en su lugar haría. Vió el teléfono y fue a sus contactos, en cuánto leyó su nombre no dudó en llamar.

–¿May?

Dijo apenas en un hilo de voz, se sentía roto.

–Peter por amor de Dios, me alegra mucho que me llamaras, ¿Cómo te sientes? ¿Qué pasó? Sabes que siempre estoy aquí, para ti.

–May...hice cosas horribles, dañe a papá...lo único que siempre intenté hacer fue que él fiera feliz y y-yo...–No pudo seguir, no, no podía, las lágrimas le ganaban– Fui un imbécil, creí hacer lo correcto y solo lastime a una de las únicas personas que de verdad me aman.

Caminó alejándose como pudo del pequeño pueblo establecido ahí, caminaba por un pequeño campo, o algo así. Esperaba el regaño que sabía que merecía. ¿Qué tipo de hijo lastima de esa manera a su propio padre?.

–Peter, por eso es amor. Das todo sin esperar nada a cambio. Muchas veces cometemos errores, lastimamos a personas que jamás pensamos en dañar, pero eso nos hace humanos. Tú decides si dejas que el problema se haga más grande, tú decides si dejas todo de lado, además, estoy segura de que Tony te ama más que a nadie en este mundo.

Las palabras de May lo hicieron llorar más, ella tenía razón, era un maldito humano. El ser que era capas de lastimar mientras está dispuesto hasta a cambiar por alguien. Ahora entendía el lado malo de actuar sin pensar.

Por un momento pensó en cuanto desearía que su padre llegara y lo comenzará a regañar, que a él se le ocurriera retarlo y después le abriera la armadura, haciendo que se asustara.

Suspiró, muchas veces querer no es poder.

–¿Q-qué hago, May? No quiero dejar las cosas así con mi papá, quiero que me grité por mis idioteces, quiero que me abrace y me diga que todo estará bien. –Suplicó como pudo–. Lo quiero aquí, ¡Joder, quiero ser el niño que siempre me dice que soy!

Explotó, se dejó caer al suelo entre lágrimas y lo golpeó con su mano libre, sentía la impotencia recorrer su cuerpo, el coraje consigo mismo incrementar, las lágrimas caer y por primera vez, se odió, se odió por haber lastimado a su tutor, por haber querido tomar el camino fácil, por no haber pensado.

–Peter. Por favor cálmate, Tony odiaria verte así de mal. Sé que hiciste algo malo, lo noté cuando vine a visitarlo y lo ví llorando. –Eso Peter lo sintió como una bala traspasar su corazón–. Pero también ví ese amor que tanto presumes, ¿Sabes que dijo? Que no le importaba lo que dijiste, que si fuera verdad se lo dirías de frente; él sabe cómo te sientes Peter, él lo ha sentido. –Explicó en busca de calmar a su sobrino, aunque lo veía como su hermano–.  Ese sentimiento de herir a las personas, pero cariño, puedes dejarte caer o aprender de él, solo tú decides que hacer.

–May, eres la mejor. –Atinó el joven, que intentaba regularizar su respiración–. Tengo que buscarlo, esto no lo voy a dejar así.

–Ese es mi niño. Ahora, fuerza Peter y por amor de Dios, tengan cuidado.

Terminó la llamada y limpió sus lágrimas, no, no dejaría las cosas así, si el idiota de Thor había dado a la luz el teléfono de su padre, entonces llamaría de ser necesario a medio planeta. No lo pensó más y marcó el siguiente número.

–¿Peter?

–¿Strange? Genial, pensé que estabas ocupado, ah, eso no importa ahora. ¿Papá está contigo?

–No, Peter, ¿Dijiste que estaba ocu-

No, no lo dejó ni terminar. Colgó y marcó el siguiente número.

–Por fin te dignas a hablar, niño. ¿Tony está contigo? Por favor dime qué si.

Colgó, si no estaba con Steve ni con Strange, ¿Con quién más? Suspiró y marcó un último número antes de recurrir a personal mayor.

–¿Harley?

–Peter, ¿Qué tal?

–¿Papá está contigo?

–¿Uh? No. ¿Pasó algo?

–No, si, no sé, si, hice una idiotez, luego te explico.

Y colgó.

Ni modo, quería evitarlo, de verdad no quería tener que recurrir a él, sabía que le esperaría un regaño igual o peor, pero lo valía, su padre lo valía.

–Antes de que me mates, necesito que vengas por mi. –Habló el joven sin dejar responder al otro tras la línea–. Ahorita pregunté, estoy en Broek Op Langedijk, Netherlands.

–Esta bien, iré por ti, Peter. Se lo debo a tu tía.

–Gracias Happy.

–De nada, espero que arregles lo que hiciste.

Oh claro que lo haría.

~•~

–Señor, estamos a menos de dos horas.

–Gracias nena.

Por Peter. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora