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Ya que lloramos, lloremos bien :)

•|Maratón|•
[3/3].

•||Capítulo 26||•

A L E J A N D R A

Dolor. Lo único que siento es dolor.

Un punzante dolor en mi cabeza es presente, y uno aún peor en mi vientre... ¿pero que rayos?

Chocamos.

Asustada abro mis ojos, tardo un momento ya que estos me pesan muchísimo y al hacerlo me veo en medio de la carretera con... oh mi dios.

Tenía a Jonathan encima mío y este no se movía.

—Amor...

Nada.

—Amor... amor, despierta amor.

Pronuncio bajamente.

—Amor, despierta amor, tenemos que luchar por nuestra hija amor..

Lagrimas salen de mis ojos, esto no me podía estar pasando, no ahora que todo marchaba más que bien.

—Amor despierta -sollozo-. No me dejes amor, ayúdame amor... por favor... -le suplico mientras con pocas fuerzas toco su rostro.

Mi corazón duele. No me podía estar pasando esto, simplemente no podia. Lagrimas salen desenfrenadamente de mis ojos mientras mi cuerpo comienza a sentir un frío terrible.

De pronto la oscuridad vuelve, de pronto el silencio vuelve, de pronto no siento nada más.

[...]

—No tiene pulso. -se oye un grito y siento que me quitan un peso de encima.

—Esta viva ¡está viva! Subela a la camilla.

—Cañino.. -se oye una voz femenina- cariño abre tus ojos, debes luchar cariño, lucha por tu bebé.

Con pesadez vuelvo a abrir mis ojos y ahora estoy en una camilla rodeada de paramédicos.

—Jonathan... amor... -apenas pronunció.

—¡Esta despierta! -la camilla comienza a moverse y solo me siento flotar, como si estuviera en una nube.

—Cariño mírame, no te duermas ¿sí?

—Chocamos, chocamos. -me oía pronunciar.

—Si cariño una pareja los encontró y nos llamó, ahora necesito que luches, por tu bebé y por ti cielo ¿puedes prometerme que vas a luchar?

Mis ojos se cierran involuntariamente.

—Cariño prometemelo.

—Lo prometo.

—Muy bien. -la paramédico a mi lado ayuda a otros a subir la camilla en la ambulancia-. Al hospital Wilson ¡ahora!

—No lo dejen sólo, está sólo, no lo dejen, está sólo. -era lo único que salía de mis labios por segundos.

—Cariño él estará bien.

[...]

—Alejandra, te necesito despierta cariño. -puedo oír la misma voz de hace unos minutos.

—Eso es cariño abre tus ojos. -muy lentamente abro mis ojos.

—Muy bien linda, ya casi llegamos al hospital ¿si?

Ya no tengo fuerzas para hablar simplemente aprieto su mano.

—Llegamos. Preparate nena, verás a tu bebé.

Ni bien llegamos mi camilla comienza a moverse a toda velocidad, la misma mujer está a mi derecha tres doctores se suman y todos hablan por códigos sobre mi condición, estaba asustada, con miedo y muy adolorida.

—Tiene que nacer. -logre oír y mis miedos salen a flote. Sólo murmuró un no muchas veces.

—No, no, no, no. Seis, no.

—Sala de cesárea ¡ahora!

—Si doctor.

Todo es muy rápido.

Soy trasladada a otra camilla, se desasen de mi ropa, me iguienizan de un segundo a otro y de pronto siento una aguja pasar mi columna, el resto se vuelve confuso y vacío.

Pasa mucho tiempo y lucho por mantenerme despierta pero simplemente parece una tarea realmente imposible hasta qué se oye algo, se oye un llanto, oh mi dios, mi pequeñita visitaba este mundo.

—Es una niña cariño, acabas de traer al mundo a una bella niña. -una enfermera me acerca a una muñequita inmensamente pequeña, a la pequeña más hermosa que he visto en mi vida.

Y ahí lo supe, ese era mi propósito; traer a esta pequeña personita a este mundo, darle la posibilidad de vivir y disfrutar de lo que este puede darnos.

Algún día Luz, volverás a ver a mamá.

Mi voz es casi inaudible, mi pulso débil, y mi momento en este mundo está por terminar.

—¡La perdemos! -se oye los gritos de los doctores.

—¡3-2-1!

—¡Despejen!

—¡3-2-1!

—¡Despejen!

No sentía nada, a pesar de saber que acaban de practicar una cesárea en mi, el dolor no era parte de mi, ya no.

Y me di cuenta de una cosa: Ya era tarde.

Demasiado tarde.

Mi cuerpo ya no me pertenecía y en aquel hospital viendo por primera y última vez a mi rayo de Luz, sus manitas y su pequeño cuerpecito, viendo por última vez lo más hermoso que he hecho durante toda mi existencia, cerré mis ojos y dejé este mundo.

𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora