𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.

•27•

•||Capítulo 27||•

M Í A

No podía creerlo. El terror recorría por mis venas. Hace más o menos media hora tube una llamada extraña de papá la cuál me puso la piel de gallina.

[Flashback]

—¿Diga? -me oí responder.

—¿Hija? Mi vida ¿estás bien?

—¿Qué? Si papá estoy bien. ¿Qué sucede?

—Hija ¿estás segura? ¿Dónde estás?

—Si papá estoy bien, sana y salva. Estoy en mi departamento, pero... ¿a que viene todo esto?

—Hija -suspira, okey, papá está asustado- Karen, y yo recibimos un mensaje donde decía que tú ya pagaste las consecuencias. Ninguno de nosotros entendió nada, y necesitaba saber si estabas bien cariño.

Abrumada por el extraño mensaje y una horrible sensación digo:

—Papá estoy bien ¿de acuerdo? Estoy en casa bien, no tienes por qué preocuparte.

—¿Segura cariño?

—Muy segura papá, tú tranquilo, estoy bien.

—Esta bien cielo, igual quiero asegurarme que estas bien cariño, en la noche paso por tu departamento ¿okey?

—Esta bien Papá.

—Bye hija.

—Bye papá.

[Fin del Flashback]

La rara llamada de papá me deja aturdida, ¿la razón? No la sé. Sólo sé que tengo un horrible nudo en mi garganta y un presentimiento realmente horrible.

[...]

—¿Dónde está? -mi pecho sube y baja rápidamente, he venido corriendo desde que supe lo que pasó.

—Hija, no sabemos nada.

Papá con sus ojos lagrimosos me abraza fuertemente, no entiendo nada, ¿en qué momento fue a pasar esto? Estoy en modo de shock, no lo entiendo, he tratado de buscarle lógica y simplemente no lo entiendo. ¿Lo peor? Ver a toda la familia triste y saber la causa de su dolor.

Yenny estaba desconsolada, no paraba de llorar y de susurrar cosas que no logro entender. Rubén estaba en estado de shock. Pablo lloraba, nuevamente su familia estaba en aprietos. Karen lloraba en los brazos de su (nuevo) esposo. Mientras que Marcos mi papá no me ha soltado en ningún momento, sigue tratando de no llorar y aunque lo intente sé no es tan fuerte como aparenta y que muere por desplomarse en el suelo para hacer un escándalo. A los pocos minutos Christopher se suma, en su rostro se ve el dolor y la preocupación, sé cómo se siente, pero simplemente sufrimos a nuestra manera.

Los segundos se convierten en minutos largos minutos, y esto es horrible. Cada minuto, cada segundo se siente como un maldito martirio.

Pasa mucho tiempo y simplemente se oye nuestros sollozos, nada más, hasta que un doctor se acerca hacia nosotros.

—¿Familiares del joven Jonathan Vélez?

—Soy su hermano. -el primero en hablar es Christopher.

—Soy su padre y ella su madre. -Rubén habla ansiosamente.

—Okey... -el doctor suspira- lamento informarles que el joven Jonathan ha llegado sin pulso, lo hemos intentado todo... pero simplemente él no pudo lograrlo, el joven ha fallecido. Lo siento mucho.