•1er E X T R A•

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Extra:

•C h r i s t o p h e r•

[Cinco años después...]

08:05 a.m. y allí nos encontrábamos, Mía, Luz y yo parados en la puerta del Kinder esperando a que Mía se decida dejar ir a Luz a su primer día de kinder.

—¿Segura que quieres quedarte mi amor? -volvió a insistir Mía, y simplemente yo reprimía una carcajada.

—Mami... -trataba de negociar la hermosa y pequeña Luz.

—Por qué si quieres podemos ir a casa y te traeremos cuando estés lista mi vida...

—Mía... -le advertí, la maestra de Luz parece querer matarnos, ¡y eso que es el primer día!

—No me interrumpas. -voltea a verme-. Porqué si Luz no se quiere quedar puede volver con nosotros.

—Mami.. -Luz vuelve a intentar.

—Si mi amor.. -Mía contesta ansiosa.

—Me quero quedar.. -y sin más suelta la mano de Mía para tomar la mano de la maestra frente a nosotros-. ¿Puedo entar? -le pregunta a su maestra y esta le asiente.

De pronto, Luz desaparece por la entrada guiada por una segunda maestra.

—Okey... -habla la maestra frente nuestro- sólo serán cuatro horas papás, a las 13:30 p.m. deben pasar por ella.

—Muchas gracias. -agradezco ya que Mía se ha quedado muda y con los ojos lagrimosos.

—Amor... -la tomé en mis brazos y la guié hacia el auto-. Sólo serán unas horas.

Mía no habla y sube al asiento del conductor. El camino es silencioso hasta que la veo derramar unas lágrimas.

—Amor, sólo serán unas horas...

—¿Qué voy a hacer? -dice al borde del llanto mirándome.

Sé que debería de estar conmovido, pero verla hacer esto me causaba más gracia que otra cosa y no pude evitar estallar a carcajadas mientras aparcaba el auto en nuestro garage.

—¿de que te ríes idiota? -gruñe en su lugar.

—¡Hey! -dije- no te enojes conmigo, tu eres la que llora por que su bebé a iniciado el kinder.

—Idiota. -sale hecha una furia del auto. Y por parte salgo igual de rápido tras ella, dios, últimamente estaba tan sensible y caprichosa que me volvía loco.

Es cuestión de unos segundos para que la alcance y cuando lo hago ella ya había cruzado la puerta trasera de la casa.

—Amor... -la abrazo por la espalda, así sujetando mis manos en su cintura.

—Eres un idiota. -responde mientras intenta soltarse.

—Amor, no es para tanto..

—¿A no? Nisiquiera volteo a verme, ni un adiós mami, nada, ¡nada!

—Amor, es una niña, quiere conocer más niños aparte de Matheo o Ethan, y está bien. No es para que exageres.

—No exagero. -masculla.

—Si lo haces.

—¿Así?

—Si.

—¿Pues como te sentirías si de pronto niños se le acercan? O si.. -la interrumpo de inmediato.

—Luz es una bebé, eso no pasará.

—¿Vez? Se siente feo, nisiquiera me dijo adiós... nada.

—¿Así que necesitas atención? -la volteo para que me vea.

—...Mucha. -hace un puchero.

—Luz estará en el kinder las próximas tres horas y...

—Cállate y bésame antes de que vuelva a enojarme contigo por burlarte de ... -no la dejo terminar y la beso. Como lo hago cada que tengo oportunidad, como lo hago cada que quiero calmarla para demostrarle cuanto la amo.

De pronto, la NO despedida de Luz deja de ser tema de conversación, de pronto estamos en la cocina, ella encima del gran mesón y yo en medio de sus piernas, callando la de la mejor manera, con mis besos y dedos.

—Dios... -masculla acercando mi boca cada vez más a su zona v.

—¿Sigo? -digo parando mis besos y movimientos.

—¡dónde pares te juro que! Ah...

Amaba cada parte de ella, incluso esta, dónde me insultaba, las otras donde me halagaba, o la parte en la que discutiamos todo era perfecto, por que al final del día estábamos así, amándonos como el primer día, claro, aunque ahora éramos más traviesos.

[...]

—Llegaron 5 minutos tarde. -reclama la maestra de Luz.

—Si. -digo- hubo un pequeño problema con... con el transporte. Pero aquí estamos.

—¡Papi, mami! -Luz corre hacia nosotros y Mía sonríe envolviendo la en sus brazos.

—Mi amor..

Riendo digo.

—Saludala amor por que mami se enojara.

—Callate -dice Mía mientras que toma en sus brazos a la hermosa Luz-. ¿Extrañaste a mami amor?

—No. -Luz se suelta de sus brazos para ir corriendo hacia el auto. No puedo evitarlo y me río sin dar tregua alguna.

—Dónde digas algo, eres hombre muerto.

Con mis manos en son de paz voy con mi hija y Mía.

—Tu sabes que te ama, es sólo la emoción del momento -dije abrazandola antes de que entre al asiento del copiloto-. ¿No mi amor que amas a mami?

—Sii amo... pero también quero a la seño Hanna.

—¿Y esa quién es?

—Aquí vamos de nuevo..

𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora