•Prólogo•

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•||Prólogo||•

Entusiasmado e ilusionado me arregló lo más rápido posible, quería llegar temprano a nuestra cita. Estaba dispuesto a todo sólo por ella.

Una vez en el restaurante me dispongo a esperarla. Pasan 5 minutos, 10 minutos, 15 minutos y no viene, estoy por irme cuando la veo entrar, sin más vuelvo a sentarme apenas ella se sienta le doy las rosas las toma y las deja en la mesa.

—Hola... -dije con una sonrisa nervioso- gracias por aceptar venir.

—Vine sólo para decirte algo Christopher.

—Vale. -ella asiente- comienza tú.

—No. Habla tú primero.

—Mía... quisiera que entiendas lo ocurrido y por eso quiero contartelo... yo..

—Tú fuiste un cobarde Christopher. -exclama ella y yo quedo boquiabierto-. Lo sé todo Christopher, hace años que lo sé, y para ser sincera me decepcionó tu decisión.

—Espera... ¿qué sabes? -exclame. Se supone que nadie sabía esto aparte de la familia y Pablo.

—Sé todo lo involucrado con Michell. Todo. Y por eso vine aquí. En exactamente seis meses seré mayor de edad, en seis meses tendrás lo que has querido hace tres años Christopher.

—No. No. Y no. -comienzo a negar.

—Querias el divorcio. Y lo tendrás en exactamente seis meses.

—Mía no me hagas esto... por favor.

—¿Hacer que Christopher?

—Esto. Separarnos. No ahora que volvimos a reencontrarnos.

—Esto.. -nos señaló a ambos- lo hisiste tú. Y simplemente no tengo fuerzas ni ganas para seguir. En seis meses tendrás lo deseado y ahí si no nos volvemos a ver.

—¿Dónde está mi pequeña? La que no se rinde ¿Dónde?

—Tú pequeña no existe Christopher. Ya no.

Y sin más se levantó y se fue.

Se fue.

Dejándome con el corazón a mil y la mente aún peor.

𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora