reglas

122 18 0
                                    

— ¿Quien eres tu? — preguntó de mala gana al chico frente a mi

—  Elijah stone, un gusto — responde serio

Elijah, como el de "los originales" 

Me extiende la mano, y yo pensando que en son de estrecharme la mano para sellar la presentación, extiendo de igual manera mi mano, el aparta la suya y carraspera.

— las maletas — dice frío

¡Uy! ¡Que oso! hay que olvidar ésto, definitivamente.

— y tu que haces aquí, mi hermano me dijo que...

— mi padre está de viaje — me interrumpe

Oh, es el hijo del encargado

— ah bueno, y cuando vuelve? — pregunto ajena

— ¡nunca! — toma las maletas y lo sigo en silencio, que puedo decir, se exactamente a lo que se refiere al decir que nunca, además, parece no querer hablar para nada conmigo, y para mi mejor, simplemente haré como si él no estuviera.

— pasa — me abre la puerta, hasta ahora todo normal, hasta qué veo al otro extremo y...

¡Qué hermosa vista al lago!

Doy la vuelta, para explorar la casa, pero choco con algo, o mejor dicho, alguien.

— antes de que empiece su tour, le informo que hay reglas- dice el castaño de ojos verdes que está enfrenté.

¿Reglas?

— ¿perdón? — digo indignada

¿Quién se cree?

— por la impuntualidad al llegar ahora?, o por tener sus manos pegadas a mi pecho?

¡Oh!, no había notado eso, lentamente bajo las manos, cruzando los dedos y estirando mis brazos al frente

-
— ¿que? — digo confundida

— dijo perdón, y no, no la perdono.

— yo no te pedí perdón, yo solo... — dejo la frase al aire, al ver que se da la vuelta, ignorando totalmente mis palabras.

Perfecto. ¿Hay reglas? Bien. Pero las pondré yo, no él.

Saco un cigarrillo de la bolsa de mi suéter y lo enciendo, atrayendo de manera casi instantánea su atención.

Sonrío al ver que solo me observa con rostro aburrido, sé que no le gustó para nada que hiciera eso.

Se acerca, arrebatándome la cajetilla de las manos, se dirige al lavaplatos y las lanza a...

No sería capaz...

Lanza la cajetilla entera al triturador, que le pasa?

Estoy  por contestar, pero rápidamente se acerca a mi y agacha su rostro cerca del mio

— esa, es la primera regla, tomelo en cuenta- dice alejándose y pasando a mi lado,

Lo tomo del brazo para detenerlo y dejarle en claro quien soy, pero sin contar que una maleta esta tirada en el suelo, lo atraigo con todas mis fuerzas.

Grave error,

Cae encima mio con todo su peso encima,  abro los ojos que por el impacto cerré, y lo veo 

Su rostro, cerca del mio y  nuestros labios casi rozándose.

Viéndolo de cerca, es lindo, pero me declaró la guerra, es ahora, un enemigo.

— segunda regla, — dice separándose — no enamorarnos.

¿Qué?

NOTA:

Muchas gracias por leer ❤️

En la casa del lago [Concluida ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora