La isla

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¿Salgo o no salgo?

¡Ay por favor! ¿Enserio estoy siendo tan cobarde?

Dos toques en mi puerta interrumpen mi guerra interna

— el desayuno está listo —  informa mi compañero de casa

— ya...ya salgo — hablo, pero mi voz sonó ridículamente nerviosa

Escucho sus pasos alejarse

Bien Ava, deja de comportarte como una colegiala en aprietos y ve afuera y enfrenta a ese lunático.

Salgo del cuarto, aparentando seguridad, seguridad que no tengo por supuesto, pero eso es algo que él no debe saber.

Está de espaldas cocinando, lleva otra ropa, claro, no es como que esperara que se quedara con la mojada puesta. Tiene una camiseta gris, la cual muestra los fuertes y ejercitados brazos que tiene y...

— ¿Qué estoy diciendo?

Bueno, también lleva un pantalón jeans negro, que lo hace verse...

— ¿qué hay de desayuno?— hablo para callar mis pensamientos

— huevos rancheros — anuncia sin voltear 

Me siento frente a la pequeña mesita, observando hacia el lago, una pequeña protuberancia al centro del lago llama mi atención.

Elijah pone los platos servidos en la mesita, y dos tazas de café, y se sienta a mi lado.

— ¿qué...? ¿Qué es eso? — señaló la pequeña mancha verde al centro del lago

Me contesta el silencio

Pero cuando estoy por rendirme a que no me contestará

— es una pequeña isla — responde

Volteo a verlo asombrada

— ¡¿una isla?! — asiente con la cabeza, mientras se lleva un bocado de comida a la boca

Hago lo mismo, si debo aguantar estar aquí, necesito fuerza, y pues... El sujeto cocina muy bien.

Hay que darle crédito.

— hay mucho que hacer, si ya terminó...

— lavo el plato —  lo corto

Por un momento me parece verlo sorprendido, pero es tan fugaz, que quizá lo imaginé.

Me levanto luego de comer, lavo el plato y la taza y regreso a la mesita.

— ¿puedo ir? ¿Hay...alguna balsa o...?

— iremos — se levanta y se dirige a la cocina, lava su plato y taza y regresa.

— ¿De verdad?— pregunto intentando disimular mi emoción.

— prepare ropa mas cerrada y la veo aquí en diez minutos.

Hago lo que dice y diez minutos después lo veo acercarse con una maleta en extremo grande.

— vamos — dice, lo sigo por el muelle, llegamos a una pequeña lancha, y con su ayuda me subo.

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— ¿y hay cocodrilos?— pregunto para acabar con su silencio

— no- contesta — solo lagartos — lo miro aterrorizada

— ¿en serio?- interrogo, por si las dudas

— no — dice 

Se está comportando extraño desde la mañana, está más... Amable.

Sonrío por su respuesta, mientras meto una mano al agua.

Llegamos a la isla, me ayuda a bajar y una vez en tierra, me pasa una de las maletas.

— ¿y ahora? — me mira un segundo antes de abrir su maleta y sacar...¿un rifle?

¿Me va a matar?


Gracias por leer❤️

En la casa del lago [Concluida ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora