¡No me ames tanto!

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— ¿A qué fuiste a mi boda? — me mira un segundo antes de volver a ver el camino.

No es que quiera hablarle, es más, lo detesto, pero tengo tantas dudas en mi mente, dudas que solo él me puede aclarar.

— eso no tiene importancia — me esquiva

Aparca el carro frente a mí casa y sale del auto tomando en brazos a Sebastian.

Comienza a lanzarlo en el aire y atraparlo.

Salgo del auto molesta.

Es extraño verlos así, y más saber que ellos ya se conocían y yo ni enterada.

— ¡lo vas a botar! — sonríe y me ve con una expresión extraña.

— Así sería — lo ignoro, le quito a Sebastian de los brazos y camino hacia adentro.

Un momento...

Estoy en mi casa y...

¿Él como sabe dónde vivo?

Doy media vuelta viéndolo con extrañeza.

— oye, ¿como sabes dónde...? — me detengo porque, creo que ya sé la respuesta.

¡Gabriel y Erick!

Dejo salir un gruñido de molestia.

¿Desde cuando conspiran a mis espaldas?.

La puerta se abre de par en par, dejando ver a Gabriel parado, viéndonos fijamente, apenas me ve le hago una seña de "estás muerto" sonríe y se acerca, toma a Sebastian y se aleja con mi hijo hacia su auto.

— iremos a pasar un día de hombres, Erick está con Roxy así que, te veremos después hermanita, acomoda al niño en el auto y sube — dile adiós a mamá y papá, "adiós mami, adiós papi" — habla, simulando una voz chillona y moviendo el brazo de Sebastián, mientras él bebé solo sonríe y se lleva un juguete a la boca.

Gabriel arranca el auto y se aleja.

No me gusta, esta sensación de no tener a mi bebé conmigo, ese vacío que deja, no me gusta, sé que Gabriel lo cuida mucho pero, aun así, ya me acostumbre a sus ruidos y a que arroje cada  cosa al suelo.

Lo acomoda en el asiento de atrás en su asiento especial y enciende el auto.

¿Y ahora?
Dejo salir un suspiro.

— deberías irte — digo al sujeto de enfrente.

Comienzo a caminar hacia adentro.

Elijah pone su mano entre la pared y la puerta, evitando que cierre.

— hablemos.

niego.

— vete, Stone, ahora tratarás las visitas de Sebastián conmigo, pero será otro día, ahora vete.

Empuja la puerta con todo el irrespeto de mundo y entra en la casa. Lentamente retrocedo.

No quiero que sepa que sigo siendo suya pese a todo.

— ¿y si pido su custodia de mi hijo? — los colores abandonan mi rostro.

La antigua Ava que estaba dormida, regresa con toda su fuerza a defender lo que mas ama.

¡Hoy no te la acabas Stone!

— ¡tú te atreves a hacer eso, imbécil, y me vas a conocer! ¡Con mi hijo no te metas!, y si crees que...

Me silencia juntando sus labios a los míos, lo empujo y le doy una bofetada.

— ¿felíz?— acaricia su mejilla y su mirada se vuelve más oscura y lujuriosa.

En la casa del lago [Concluida ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora