El viaje no deseado

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Habían pasado ya de las tres de la tarde, Gabriel me iba sermoneándo prácticamente desde que salimos de casa, y como rayos lo callaba, si de los dos, es el que sermoneándomas se parecía a mamá, siempre correcta, daba la talla, era un prodigio, pero...según papá, una vez que comenzaba a hablar, no paraba, o eso decía él.

— oye, si no te callas, te juro que me bajo aquí mismo y allá tú dándole una explicación a la abuela. — deja de hablar y me mira molesto.

¡¡¡Al fin!!! ¡¡¡Silencio de nuevo!!!

— manipuladora.

O no...

— ¡Gabriel, ya! Enserio fue tedioso escuchar todos estos días a la abuela, tú no, eras mi cómplice, ¿qué te pasó?.

Lo escucho suspirar y sé exactamente que dirá

— sí, eso era antes de ponerte aretes en todos lados, seguramente hasta en el....— le tapo la boca y me echa saliva.

¡Iugh! ¡qué asco!

Me limpió en su chaqueta

— se llaman piercing tarado y solo tengo uno en el labio y dos en cada oreja, no es la gran cosa — me defiendo.

Rueda los ojos

— de acuerdo, pero no iba a apoyarte en tus tonterías, la cárcel eva, es en serio? .

¡Y dale con lo mismo!

— solo fueron dos veces Gabo — me río

— vuelve a llamarme así, y te dejo aquí, y no me importará lo que diga la abuela, así que será mejor que cierres la boca Ava Pierce — sentencia.

Odia que le diga así, ya que, a callar, ya detoné la bomba que tenía para molestarlo y sé que cumplirá lo que dice.

— de acuerdo — resoplo

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Llegamos luego de casi cuatro horas de viaje, gracias al  cielo, Gabriel dejo de sermonearme, por mi parte ya no le dije Gabo, así que hubo tregua

— bien, aquí es — baja del auto y saca mis maletas del baúl.

Observo el lugar, árboles y pastos rodean el lugar, pero ésta según mi hermano, solo es la parte trasera.

— ¿y me quedaré aquí? ¿Sola? ¿En una casa olvidada del mundo, a mas de veinte kilómetros de otra vivienda o alma?— me quejo

Suspira cansado

— deja de quejarte, ¿quieres? El señor Stone es el encargado, el trae las compras y mantiene la casa en condiciones, así que respetalo y nada de travesuras Ava. — Me señala

Asiento

Porque ¿qué mas puedo hacer? Prácticamente le rogué a la abuela dejar que me quedara, pero fue imposible convencerla, esto o la cárcel? Me preguntó y solo respondí " la cárcel " a lo que luego, fingió un ataque cardiaco y me tocó aceptar.

¿Manipuladora? Sí, gracias a ella

Gabriel me da un abrazo y un beso en la cien y se sube al auto

— te veré dentro de seis meses — dice, se coloca los lentes oscuros y enciende el auto, perdiéndose de mi vista y dejándome sola.

O eso creo hasta que...

— usted debe ser la señorita Ava.

Él no es...ningún señor

Gabriel... ¿con quién rayos me dejaste?

En la casa del lago [Concluida ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora