5.

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HUGO.

Me había equivocado en aquella fiesta, ni yo sabía porque había pronunciado esas palabras, tal vez fue producto del alcohol aunque no es excusa. Le pedí la dirección a sam y por suerte me la dio luego de que me preguntara mis intenciones con su amiga. Llegue al lugar y estuve esperando 10 min hasta que apareció. Venía de vestido rojo de flores y sus plataformas, en su pelo llevaba media cola, estaba hermosa. Apresuré mi paso y empecé hablarle, sentía su rechazo. Al entrar a su casa bote todo lo que me pasaba, quería conocerla en verdad, me gustaba.

Terminamos juntos en su cama, a ambos nos pasaba lo mismo. Sus suaves manos recorrieron mi espalda, me hacia erizar y sus besos me hacían perder.

Todo bien.- le pregunte mientras estaba en mi pecho y yo acariciaba su espalda.

Si.- me miro.- te quedas y preparamos algo de comer.- pregunto sonriendo.

Mañana tengo una reunión temprano y no traje nada, así como me viste, vine.- solté y su cara cambió.

Entiendo.- soltó con una mueca y la mire un segundo para cambiar de opinión.

Aunque puedo quedarme y mañana levantarme un poco más temprano para ir a mi casa a cambiarme.- solté y ella me miro.

Me gusta esa idea.- sonreí y bese su nariz, era tentadora.

Nos levantamos y ella se puso mi remera ya que le quedaba grande, a mi me dejo en cuero, aunque aquello no venía mal ya que el clima era pesado.

Carne y huevos.- me miro y asistí sonriendo.

Yo me encargo de los huevos, hago los mejores huevos fritos.- solté acercándome.

Pues demuéstramelo.- dijo canchera y reí para besar su mejilla.

Cocinamos y luego nos sentamos a comer aquella comida que habíamos preparado, no estaba nada mal. Charlamos demasiado, los dos queríamos saber más del otro. No falto la risa, ambos nos entendíamos a la perfección. Parecía que estábamos hechos para coincidir en esta vida. Lo que menos me gustaba de esta situación era que si me enamoraba debería compartirla. Compartirla con otros lugares del mundo, aprender a compartir su tiempo, estaríamos a veces demasiado días sin vernos.

Luego de una larga cena la ayude a levantar las cosas, también quise ayudar a lavar pero no me lo permitió, así que me puse a ver unas emails. Pasaron unos minutos y mi vista volvió a ella, mordí mi labio inevitablemente al ver como le quedaba mi remera, perfecta.

Estás bien.- pregunte abrazándola por atrás.- estás muy callada.- ella soltó una risita y me puse a su lado.

Parece que ya me vas conociendo.- sonreí mirándola y dejo las cosas.- quiero preguntarte algo.- soltó y dirigió su mirada hacia mi.- pero no quiero que pienses que soy intensa y eso, es solo para saberlo y saber afrontarlo.- la mire raro.

Qué sucede.- pregunte y ella suspiro.

Esto.- nos señaló.- es solo un rato o es en serio.- pregunto y la mire.- aunque si tú no sabes la respuesta no importa.- sonrio a penas.- es algo qué paso por mi cabeza y necesitaba preguntar.

Yo no te quiero para un rato.- solté sincero.- me pareces una mina guapísima, me encanta tu naturalidad, tienes una frescura que impactas al segundo.- dije mirándola y ella sonrio tímida mirándome.- yo quiero conocerte más, porque quiero que vayamos en serio.- solté.- aunque no sé si te pasa igual, también me gustaría saber tu punto.- dije mirándola.

Me pasa igual.- soltó y sonreí.- no quiero que sea solo un rato.- dijo mirándome fijo, me intimidaba.

Me alegra saber que estamos de acuerdo.- sonreí y me acerque más. Puse su pelo detrás de la mejilla, ya había agarrado esa manía.- me encantas.- susurre y ella mordió su labio.- no hagas eso.- solté mirándola.

Coincidencia conquista. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora