7.

1.6K 77 3
                                    

HUGO.

Habían pasado unos minutos, no dije más nada, tampoco había mucho más por decir.

Me lo prometes.- soltó de repente.

Que.- dije sin entender, tal vez ella habló y yo estaba perdido en mis pensamientos. Se dio vuelta, tenía su nariz roja.

Que estás siendo sincero conmigo.- soltó mirándome.- qué no iba a pasar más nada con ella y que esto no tuvo nada que ver contigo.- dijo y acaricie su mejilla terminando de secar sus lagrimas.

Te lo prometo.- dije mirándola.- te quiero, jamás te haría daño.- solté.- confía en mi, si.

Confío en ti.- dijo firme.

Sentí su respiración cerca, al segundo junto nuestras bocas. Sus manos acariciaron mi pelo, me acosté un poco boca arriba y ella quedó encima mío, aproveche y acaricie su espalda. Luego se separó y apoyó sus brazos en mi pecho, donde allí apoyó su cara para mirarme.

Yo también te extrañe.- sonreí y acaricie su espalda.

Odio el reencuentro que tuvimos.- solté.- debia ser distinto.- ella suspiro.

Olvidémoslo si.- dijo mirándome.- y lo del reencuentro lo podemos solucionar.- dijo sonriendo.

Si.- pregunte con picardía y subió más a mi.

Comemos algo primero.- pregunto susurrando.

La comida puede esperar.- solté para cortar esa distancia.

Nuestras bocas se juntaron rápidamente y jugaban al igual que nuestras manos lo hacían en nuestros cuerpos. Nos quedamos allí en el sillón, la ropa desapareció. El extrañar se notó y allí en el sillón se demostró la pasión.

Ella se quedó en mi pecho un rato mientras hablábamos, solo nos cubria aquella manta. Luego nos invadió el silencio mientras yo acariciaba su desnuda espalda, sentí su respiración muy tranquila, se había dormido. Mi niña, estaba cansada, así que la deje que duerma un poco, yo me levante y me cambie para ir a cocinar algo.

Odio dormirme acompañada y despertar sola.- escuché y me di vuelta, estaba apoyada en el marco con mi camisa puesta.

Vine a cocinar algo.- dije y se acercó.

Te lo agradezco la verdad.- dije y me abrazo, la rodee abrazándola fuerte.- te ayudo en algo.- pregunto.

Pon la mesa, esto ya está.- ella asistio y empezo a poner todo.

Que rico huele esta camisa, me la puedo quedar.- pregunto sonriendo.

Como mis remeras.- le dije y entre cerró sus ojos.

Mentiroso.- dijo y reimos.

Mentiroso me dices.- pregunte.- a que si vamos a tu vestidor hay como cinco.

Mierda.- soltó y reímos.

Te la daría pero qué quieres que me vaya en cuero.- solté.

Nooo, ya misma te la doy.- dijo divertida y solté una carcajada.- quién dijo que te vas a ir de aquí.- pregunto.

Estaba pensando en que podríamos salir a cenar y luego quedarnos en mi casa.- solté.- no trabajo hasta el lunes, así que nada nos va a interrumpir.- dije.

Podríamos cenar en tu casa tranquilos.- dijo y la mire fijo mientras comía.- ya sabes, hay rumores por todos lados.- dijo con una mueca.

Coincidencia conquista. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora