-Lisanna, ¿me puedes decir de una vez por todas a que aldea vamos?
-tranquila, sabrás cual es cuando reconozcas la barrera espiritual.
¿Barrera espiritual?
esto era muy extraño. Por lo general desde mi regreso, cada que Lisanna y yo estábamos juntas no paraba de hablar, siempre tenía una sonrisa en su rostro lo cual me agradaba por completo. Si todavía seguía teniendo mis dudas sobre sus sentimientos hacia Natsu pero ahora...ahora parecía que había vuelto a ser la misma Miko fría de antes...y aunque ya no se acerque a Natsu (o bueno no lo hace en mi presencia) la siento...diferente.
Tal y como habíamos acordado, dejamos a Dan a cargo del pueblo, fuimos a las aldeas donde requirieron nuestros servicios y les dijimos que de regreso nos llevaríamos a las niñas para formarlas como sacerdotisas.-Lisanna....no sé si esta pregunta te incomode pero... ¿te ocurre algo?
-¿ocurrirme algo? Soy la misma sacerdotisa de siempre. La misma que fue a verte a casa de tus padres para que siguieras esta vocación.
-exacto. Curiosamente esa sacerdotisa había desaparecido cuando volví pero verla de nuevo es...raro. Sabes que puedes confiar en mí para...
-estoy perfectamente bien así. No quiero hablar del tema. Tu misma me dijiste que estaba haciendo mi trabajo mal y...
-no no no.
En ese momento la pare de golpe porque yo jamás dije eso. Tome la manga de su kosode e hice que girara a verme.
-en ningún momento dije que hicieras mal tu trabajo. Lisanna, el pueblo entero estuvo bajo TU cuidado, debías protegerlo. Cuando volví esa barrera estaba extinta casi por completo. Por eso te llame la atención. Tú mismo me dijiste cuando me preparabas que JAMAS debías descuidar la barrera y tú lo hiciste. Por eso mismo como amiga y compañera de equipo te llame la atención. Tras nosotras tenemos vidas que confían en nosotros y no pienso defraudarla. Ahora, te lo digo como amiga. Me estas preocupando. Algo que aqueja y lo sé porque te conozco muy bien. Dime que pasa para poder ayudarte...
Asombrosamente ella se soltó con brusquedad de mi agarre y se giró reanudando su caminar.
-ya te dije que no es nada y sobre la barrera ya te pedí perdón.
-no te estoy pidiendo eso, te estoy pidiendo...
-Lucy, abandona el tema. No te diré nada que no sea relevante para la misión que estamos haciendo.
Como vi que Lisanna no estaba dispuesta a cooperar decidí quedarme callada. Pasamos todo el día caminando y de manera sumamente extraña no hubo monstruos que me atacaran como los primeros días del viaje.
-Lisanna, creí que ya habíamos acabado con la misión.
-ya la acabamos.
Alce una ceja ante el tono de afirmación que tuvo en su voz. Yo le había dicho a Natsu que apenas acabáramos volveríamos de inmediato.
-¿y entonces? ¿No deberíamos estar caminando de regreso a casa?
-...Lucy, no sé si te conté una vez...la historia de una sacerdotisa...muy hermosa.
-la sacerdotisa que había elegido Minerva. No me la conté pero quien me entreno me empapo por entero del tema.
Por supuesto que no iba a decirle que el propio padre de Mavis intento atacar a Fairy Tail, yo salve a miembros del clan y Makarov nos mostró todo. Eso es algo que me llevare a la tumba.
-no. No hablo de esa sacerdotisa. Hablo de una que estaba en una gran aldea. Tal como tu ella tenía a su mentora, una chica unos años mayor a ella. Amabas eran hermosas, podías verlas de lejos y confundirlas como dos gotas de agua pero una vez las veías de cerca te dabas cuenta de lo diferente que era una de la otra.
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Mi querida caperucita
FanfictionPor qué siempre lo contamos desde el punto de vista de los demás? Por qué no dejamos que los propios protagonistas nos cuenten como pasaron realmente las cosas...asi no hubiera acabado como siempre acaba, el muerto y yo viva pero muerta en vida. ...