Cap 34

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Las niñas se encontraban tiradas en el suelo debido a todo el entrenamiento que habían tenido hace tan solos cinco horas; pero las que más se habían "sufrido" habían sido las niñas que me habían tocado a mí. Sacar el poder espiritual de cada niña era muy trabajoso, algunas tenían una buena fuente pero no lo sabían manejar, otras en cambio no lo sabían aflorar. Para la hora de la comida, todas habían terminado en el suelo, exhaustas.

-mis cachorras lo han hecho estupendo.

Alce una ceja mientras dirigía mi mirada hacia las pequeñas, quienes estaban acostadas en el pasto con la lengua afuera.

-¿si te das cuenta que las pobres están literalmente muertas?

Natsu se encogió e hombros y las miro con una sonrisa tierna.

-es cuestión de tiempo para que se acostumbren. ¿Cómo te ha ido a ti Luce? Las tuyas parecen estar en situación peor que las mías.

-pues Remi y Akemi tienen buen potencial pero Riuka y Yuka tienen algo de dificultad para sacarlo...no me preocupa mucho porque recién empezamos pero deberé trabajar duro para conseguirlo.

-sé que lo lograras.

Sin fijarnos a nuestro alrededor, Natsu pasó suavemente sus manos por mi cintura y junto nuestros labios con total suavidad. La mezcla de nuestros aires, la sensación de paz que me daba con cada movimiento...era algo indescriptible.

-¡awwww! Que tiernos.

Con visible vergüenza de mi parte me separo y escondí mi rostro en el pecho de Natsu quien solo rio con aquella voz gruesa que tenía.

-¿no deberían ir a almorzar?

-pero Lucy-sama...

-las llevare yo. De paso podemos contarles más de aquella fuerte sacerdotisa.

Gire a ver como se dirijan al templo por el camino. ¿Erza les estaba hablando a las niñas de Mavis?

-¿Cómo es posible que...?

-tienen que saberlo Lucy. No voy a permitir que Lisanna les pudra la cabeza de mentiras a mis cachorras.

Asentí llena de seguridad. El día estaba muy claro, el sol iluminaba el lugar con sus suaves rayos y el viento soplaba con tranquilidad.

-muy bien. Vamos.

Natsu me miro sin comprender pero me siguió.

-Luce...esa capa que llevas se te ve linda. Recuerdo cuando te llame mi caperucita roja la primera vez que te presente a mi familia.

Solté una pequeña risa cuando aquel momento volvió a mi cabeza.

-Caperucita roja...

Natsu pasó su brazo por mi hombro y me acero a su rostro con aquella sonrisa de lado la cual dejaba ver ese sexy colmillo que sobresalía.

-MI querida Caperucita roja.

-mi querido Lobo feroz...

-así es Lucy...tuyo y solo tuyo...

Nos dimos un beso suave pero tuve que sepárame para tomar su mano y guiarlo al interior de la cueva.

-Luce... ¿Qué es lo que quieres mostrarme?

-algo...

Mientras nos acercábamos cada vez más dentro iba entregando energía espiritual a las esferas que yacían apagadas flotando en la oscuridad. Inuyasha de inmediato detecto mi presencia ya que de un salto se paró y giro a vernos. Natsu sintió que estábamos en peligros y me coloco a sus espaldas mientras gruñía mostrando los colmillos con ira.

Mi querida caperucitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora