cap 30

148 24 18
                                    

-Lucy ¿todo en orden?

Asentí sin responderle con palabras a Lisanna. No le comente nada de lo sucedido, ni de mi encuentro con Kagome ni mucho menos de la advertencia que ella me había dado.

-pues estas demasiado callada a comparación a cómo llegamos a la aldea de la Miko Kikyo.

-si bueno...venimos con muchas cosas, debemos regresar a las anteriores aldeas para recoger a las niñas.

-es verdad...entiendo.

No quería verme rara ya que aquello podría alarmar a Lisanna, es raro, nunca creí que ella podría hacer algo en mi contra pero si Kikyo, siendo una poderosa sacerdotisa, dejo que su corazón se manchara de oscuridad que le podía esperar a mi mejor amiga. A pesar de todo yo no iba a dejar que condenara su alma así como así, encontraría un momento donde ambas podamos hablar tranquilas para poder aclarar de una vez por todas esta cadena de malos entendidos.
Pasamos recogiendo a todas las niñas, quienes se despidieron con una tristeza notoria de sus padres más estos miraban orgullosos. Al verlos no pude evitar recordar la vez que yo misma fui arrancada del núcleo familiar pacifico en el que viví toda mi niñez y adolescencia y dolió.

-Lucy...supongo que te instruyeron bien en los diferentes tipos de maldiciones durante tu entrenamiento, ¿o me equivoco?

Las niñas miraron curiosas mi figura mientras caminábamos en dirección hacia el bosque que nos llevaba directo a la aldea.

-por supuesto que sí. ¿Por qué la pregunta?

Lisanna paro abruptamente y se giró hacia las niñas, para luego chasquear los dedos. Una figura etérea comenzó a formarse de la nada hasta tomar la forma de la mismísima sacerdotisa.

-sigan esta ilusión, las llevara de inmediato al templo.

Como niñas obedientes, ninguna hizo un solo comentario en oposición hacia lo que dijo Lisanna, simplemente siguieron la figura que se dirigía por el camino correcto hasta que quedamos totalmente solas.

Ten cuidado Lucy...

Vi como Lisanna no apartaba su mirada del camino por el que habían desaparecido, entonces giro a verme, parecía como si hubiera tomado clases de frialdad junto a Kikyo, tenía un rostro estoico que realmente hubiera congelado mi corazón de no haber sido advertida de ante mano.

-Lucy, estas bajo una maldición.

-mentira.

-lo estas. Esa maldición es muy antigua y solo lanzada por Youkais de alto nivel...o en tu caso de un Shifter de descendencia pura.

He aquí la trampa de la que posiblemente estaba hablando Kagome.

-Lisanna, mis sentimientos hacia Natsu no son producto de ninguna maldición o algo parecido. Es real, tan real como tú y como yo.

-no lo es Lucy. Un Shifter y una sacerdotisa no pueden estar juntos. Es algo aberrante.

Apreté el arco entre mis manos, no quería tener esta discusión tan pronto pero si ella lo saco a flote yo no hare nada para volver a hundirlo.

-dices eso pero estabas dispuesta a unirte a él.

Sus ojos me miraron con ira y sorpresa, tratando de ocultar sus sentimientos mediante su rostro pero su voz la delato pro completo.

-¿pero que estupideces estas diciendo? Yo conozco mi posición como Miko, jamás la pondría a juego por algo horrible como eso.

-deja de mentir.

-no estoy mintiendo.

-¡sí que lo estas! Lisanna, cuando volví vi la forma en que mirabas a Natsu, a mi compañero. Estas enamorada de él.

Mi querida caperucitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora