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El camino por el bosque era tranquilo, un silencio cómodo hasta el momento y ningún problema entre ambos. Jungkook no mostraba ninguna expresión mientras que SooJin intentaba sacar algún tema de conversación pero al parecer el no estaba dispuesto a hablar.

-¿Como te llamas?

La pregunta sorprendió a SooJin quien miraba fascinada la flora que tenían alrededor de ellos.

-Seo SooJin, y.. ¿tu..

-Jeon Jungkook-Finalizó la frase.

Asintió sin comunicar ninguna frase más. Unos minutos después SooJin consiguió ver una pequeña casa a lo lejos. Agarró la muñeca de Jungkook y estiró de ella hasta llegar a aquella puerta.

-¡Ya sueltame!

-¡No me hables así, Jeon!-Contraatacó-Ahora cállate y rompe el cristal con algo de por ahí, yo iré a ver cómo podemos solucionar el problema con esta puerta.

El la puerta reposaba un pequeño dragón rojo, no parecía amigable ya varias veces le gruñó a SooJin quien intentó cogerle y llevarle con sus amigos.

-Venga chiquitin, levanta tu trasero y sales volando. No me hagas hacerte daño-Suspiró.

El sonido de los cristales romperse hizo que aquel dragón saliera volando de la puerta del susto. SooJin-molesta-fue hacia Jungkook.

-¡Joder Jungkook podría haberlo hecho yo!

Y de nuevo..

-¡No empieces SooJin! Calla y entra a la casa antes de que te coma algún bicho raro de los de aquí-Miró a ambos lados y se metió por la ventana ya rota-¡Vamos!

Miró por última vez a su alrededor y se metió a la casa. Todo estaba oscuro, las luces estaban apagadas pero estas se iban encendiendo a medida que Jungkook pasaba por los pasillos.

Habían unas escaleras hasta un sótano y SooJin no tardó ni dos segundos y bajar a cotillear que había. Cuando acabó de bajar las escaleras una puerta marrón le dio la bienvenida.

Un cartel colgaba de ella: "sótano de utensilios"

Confundida, SooJin abrió la puerta. Una luz cegadora evitó que conseguira ver que había dentro. Después de unos segundos sus ojos consiguieron adaptarse a la fuerte luz.

-¿Que..

-..Cojones?-Acabó de nuevo la frase Jungkook.

Él estaba detrás de ella, en la misma situación que ella, en un estado de shook. A su alrededor habían estanterías de armas, todo tipo de cuchillos, arcos, de todo..

Ambos eran fans de todo ese tipo de cosas, ambos eran competitivos y eso chocaba entre ambos. Jungkook contemplaba la zona de armas y ella la de arcos y cuchillos. Pero eso no era todo, quedaba otra puerta por abrir.

Jungkook fue el primero en pasar por esa puerta y después SooJin. Era una habitación con colchones, un ring, sacos de boxeo, todo para hacer ejercicio. Ambos sonrieron para sus adentros.

-Esto es..

-...Genial.

-¡Deja ya de acabar mis frases! Es muy molesto-Le encaró

-Esta bien, esta bien, lo siento-Imitó su voz mientras salía de la habitación de ejercicio.

SooJin la analizó por última vez y corrió hasta donde Jungkook se encontraba.

La cocina tenía pocos detalles, poco de que hablar, pero todo era mágico, todo era precioso.. tan..

-Irreal.