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SooJin recordaba con claridad, ahora que estaba despierta, los hechos que sucedieron previos al accidente.

Recordó haber estado bebiendo de aquella botellita que se encontró en la calle mientras caminaba, luego el golpe, y lo demás fue negro para ella.

¿Por qué estaba tomando esa botella rara que se había encontrado? Podía haber sido veneno.

Pero no, su curiosidad era mayor.

Sin embargo, estaba aún muy confundida.

Cuando estaba con JungKook, tenía la noción de que habían pasado unos meses, pero al despertar en aquella camilla de hospital, se percató de que sólo habían transcurrido dos días (contando el día que despertó) en los que estuvo inconsciente por el dichoso atropello aquel.

Sin embargo, sentía una punzada en su pecho cada vez que pensaba en el chico con el que compartió aventuras.

-Me siento muy rara, MiYeon-se confesaba. Ya estaba de vuelta en su casa con su compañera y amiga, y le había revelado todo respecto a aquello que suponía había sido un sueño-. Todo se sintió tan real...¡Incluso los bichos feos esos!-bufó risueña, contagiando a su amiga con una risilla-. Recuerdo que, cuando llegamos al final, el hada esa nos pintó algo con carbón en los brazos. Parecía una dirección. Si de verdad hubiese sido todo real, esa dirección o lo que sea que fuere, hubiese seguido en mi brazo cuando desperté ¡Estoy demasiado confundida!

MiYeon miró con detenimiento a SooJin y sonrió de lado. Ella siempre creyó en cosas como el destino, la magia y los sueños que conectan personas (como era el caso de su amiga), y con lo que estaba a punto de declarar, sus creencias se consolidaban.

-De hecho, sí tenías algo escrito en el brazo antes de despertar-los ojos de SooJin se abrieron tal cual par de platos-. Yo te estaba cuidando cuando en tu brazo comenzaron a aparecer esas letras-apretó los labios para evitar reír por la mueca de impresión de SooJin-. Pero tuve que borrarlo antes de que alguna enfermera llegase. Pensarían cosas raras y lo que menos quería en tu situación era buscarnos un escándalo. Ya sabes cómo son algunas personas, que no creen en la magia ni nada de eso y se alborotan sin razón.

-¿Y copiaste esa dirección?-se apresuró a decir, pero el silencio y el toque de tristeza en los ojos de MiYeon la hicieron sonreír de lado-. Está bien, no te preocupes. Tengo la esperanza de que nos volvamos a encontrar. Sólo debo buscarlo y espero que él haga lo mismo conmigo.

-Así será, amiga-sonriente, se arrodilló ante SooJin y tomó sus manos para apretarlas ligeramente-. Incluso podemos buscar a alguna vidente o algo similar ¿te parece?

-Todo sea por encontrarlo.

***

No muy lejos, en un municipio cercano, JungKook se mantenía acostado sobre su cama, observando con detenimiento el papel que tenía en sus manos a la altura de su rostro.

Al igual que SooJin, hacía poco más de una semana que había despertado, pero, a diferencia de la chica, quien lo hizo en un hospital y tuvo que quedarse unos días para hacer reposo puesto que tenía un par de heridas algo profundas, él lo hizo en la cama de su mejor amigo.

TaeHyung lo había estado buscando por todas partes, y se lo encontró, además de con grandes cantidades de alcohol en sangre, desmayado.

Y es que se había desmayado y caído al suelo, en el mismo medio de la calle, golpéandose la cabeza, teniendo por consecuencia su inconsciencia.

Eran casi las tres de la mañana, por lo que era imposible que alguna persona lo ayudara a excepción de TaeHyung, quien enseguida lo llevó a su casa para dejarlo descansar.

∂яєαм;; ʝʝҡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora