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Los golpes contra el saco de boxeo cada vez eran más fuertes. Uno..dos..tres..ninguno de los dos se cansaba, a pesar de haber un silencio acompañado de los duros golpes en el fondo había un competición entre ambos personajes.

-Joder-SooJin se separó de el saco, caminó hasta los bancos y bruscamente quitó las vendas que rodeaban sus manos.

Jungkook paró un momento para beber agua, ambos se entrenaban tras escuchar las palabras de aquella persona diciendo que habían villanos a su alrededor alertó los sentidos de ambos. No dudaron en ir a entrenar, ambos compartían el mismo enamoramiento hacia el deporte.

El sonido de un plato caerse interrumpió las acciones de la pareja. SooJin agarró su pistola-ya cargada-Jungkook no hizo nada más que seguir los pasos de ella.

Subieron por las escaleras hasta llegar a la primera planta, lo curioso es que nada se había caído. SooJin tomó la delantera y caminó hasta la cocina. Aquel fantasma rodeó el cuello de Jungkook con un brazo y con su mano restante tapó la boca del susodicho evitando que emitiera sonido alguno.

Jungkook pataleaba o intentaba defenderse pero había una extraña fuerza somitiendole a quedarse ahí. SooJin, asustada al ver que Jungkook no le seguía volvió al salón. El primer instinto que tuvo fue disparar a aquel fantasma nada más verle pero como era de esperarse este desapareció.

Jungkook se levantó rápidamente y se colocó preparado para luchar puño a puño contra aquel fantasma.

-¿Que demonios era eso, SooJin?-Mientras hablaba giraba y mirada a todos los lados.

Pero SooJin desapareció. Aquel dragón tiró su cuerpo chocando este mismo contra el césped de las afueras, se acercó hasta ella en un intentó de tocarla para matarla pero uno de esos pequeños dragones fue más rápido y la defendió atacandole.

Estiró su mano temblorosa por el césped intentando encontrar su pistola, soltó un grito al sentir la pierna, para su suerte esta era de Jungkook.

Se incorporó rápidamente.

-¡Vamonos, ya!-Agarró su muñeca aún así con mucha fuerza pero a SooJin no le importaba solo quería salir corriendo de aquel lugar maldito.

Estuvieron unos minutos corriendo hasta que llegaron a un pequeño lago, por la zona había pocos árboles rodeando aquel lugar.

-Deberíamos quedarnos aqui-Con la voz agitada SooJin comenzó la conversación.

Jungkook asintió aún inseguro de aquella zona, tenían agua y al menos eso era un punto a su favor pero tenían que saber si había alguno de esos bichos extraños por la zona preparados para atarcarlos.

SooJin cayó rendida al pasto junto con Jungkook, ella giró su cabeza conectando la mirada con la de Jungkook. Sus rostros se iban acercando, ninguno de los dos hablaba. Aquel silencio decorado con el canto de los pájaros y grillos hacia que su esfera de conformidad fuera más cómoda.

Pero las ramas detrás suyo evitaron que sus labios rozaron.

-Es..un..ogro..