Capítulo 11

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Ira (Yoongi)

¿Qué necesidad había? Hablarle de esa forma, de correrlo así nada más. Yoongi esperaba mucho más con esa "charla", esperaba poder recordarle lo mucho que lo amaba, cuando lo extrañaba, lo duro que había sido tener que buscarlo a diario. Pero no, todo eso se fue por la borda cuando desde un inicio, Jungkook se vio desinteresado ante lo que el mayor haya podido hacer. Nada de eso importaba porque Jungkook ya había elegido una vida, y esa vida era la misma pesadilla que vivía antes de conocerlo.

Salió del tiempo hecho una fiera, cruzó la calle sin mirar a los lados y ni siquiera recordaba que Hoseok estaba allí esperándole, hasta que este se puso de pie, ya que estaba sentado en un banco, se acercó a Yoongi temeroso al ver su estado tan agitado.

- Yoongi, ¿Qué sucedió? - trató de tomarlo del hombro pero el rubio solo pasó de largo empujándolo.

- Sucede que me largo, no pienso durar un día más en este país de mierda. - el pelirrojo arrugó la frente y le siguió.

- ¿País de mierda? Oye... ¿oye que paso allí dentro? - trató de detenerlo pero le era casi imposible.  Tuvo que ponerse frente a el para detenerlo - Yoongi, ¿Qué pasó?

- Pasa, que te equivocaste, Jungkook no está pidiendo mi ayuda, ni está sufriendo, ni quiere verme. Ya dejó muy en claro que lo nuestro nunca existió.

- ¿Pero exactamente que te dijo?

- ¡Dios, Hoseok!, pon atención a lo que te digo - el pelirrojo se encogió en su sitio, la última vez que había visto a Yoongi tan enojado, fue la vez que un chico golpeó a Hoseok en la escuela. Ese día, el pelirrojo llegó a casa tratando de ocultar las marcas de la derrota, pero por su puesto Yoongi lo notó de inmediato, el entonces pelinegro  había comenzado con problemas de ira desde que despertó en el hospital, y esa vez fu en busca de aquellos abusones y les dio la golpiza de sus vidas. Hoseok no aprobaba esa actitud, pero no iba a decírselo, había estado tan agradecido con Yoongi porque lo defendió, además desde ese día, nadie volvió a molestar al pelirrojo. Pero esta vez, estaba tan molesto hasta con él que en lugar de asustarse se sentía triste. - NO QUIERE VERME, ¿acaso eres tan imbécil como para no entenderlo? 

- Yoongi, ¿por qué me hablas así?- preguntó mirando al suelo para evitar que su amigo mirara cuanto le afectaba la actitud en su contra. El rubio suspiró con pesadez y se talló la cara con las palmas de su mano, peinó su cabello hacia atrás y tomó a Hoseok de los hombros para terminar dándole un abrazo tan necesitado que por su puesto Hoseok correspondió.

- No quiere verme - dijo rompiéndose -  negó todo lo que tuvimos, no me ama. - apretó más el cuerpo de Hoseok y este sobó la espalda del rubio dándole consuelo, sintiendo su cuello humedecerse por las lagrimas de Yoongi - no quiere verme más - repitió 

- Lo siento, amigo. - dijo simplemente

(...)

Jungkook entró nuevamente al templo, al menos Yoongi tenía a alguien que le diera todo el cariño que necesitaba. El cariño que el no podía darle, el qué no debía darle. Suspiró tratando de tranquilizar sus emociones, tanto tiempo conteniendo sus sentimientos, reteniendo las ganas de llorar, las ganas de huir lejos, de renunciar a todo, de perder la fe. Tres años en los que trató de no pensar en Yoongi, en no desearle con intensidad, y lo había logrado después de un año. Había logrado acostumbrarse a su ausencia, a la soledad, había logrado olvidarlo en cierto modo. ¿Pero entonces por qué tenía que aparecer? Ahora todos esos sentimientos de extrañarlo, de quererlo, habían regresado con tan solo volverle a ver. Los recuerdos del pecado y deseo carnal habían entrado nuevamente en su sistema y ahora sería difícil sacarlos. A menos que Yoongi le hiciera caso y se fuera y no regresara más.  

Inhaló y exhaló repetidas veces mientras caminaba hacía el fondo de la iglesia y acomodaba lo que necesitaba para la misa. Poco a poco comenzó a llegar la gente, en su mayoría mujeres de la tercera edad, y mujeres mayores con sus hijos adolecentes y niños. Mantuvo una sonrisa en su rostro y se posicionó justo en medio, enfrente de todos, observando la cantidad de personas que entraban allí solo para escucharle leer versículos. Esa sería su nueva vida, hasta la muerte y por la eternidad.

- ...Por los siglos de los siglos, amen.

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El rubio entró a la casa de la madre de Hoseok, ni siquiera le dio tiempo a la mujer de salir de su habitación para saludar, entró como alma que se lo lleva el diablo a la habitación asignada y comenzó a empacar sus cosas, ya no podía estar un minuto más allí, necesitaba alejarse porque era tan estúpido que al siguiente día iría a buscar a Jungkook perdiendo toda la dignidad para rogarle. 

- ¿Enserio vas a irte? - el pelirrojo entró detrás de el - Yoongi le prometiste a mamá pasar navidad con nosotros, no falta mucho...

- Lo se, Hoseok perdóname. Pero de verdad necesito irme

- Dijiste que le comprarías un regalo - juntó sus manos enredando sus dedos ansiosamente, algo que hacía cuando sentía mucha impotencia, cuando no sabía como arreglar un problema o peor aún, cuando sabía como ayudar a su mejor amigo. 

- Te daré dinero, cómpralo tu mismo. - dijo sin mirarlo

- Yoongi...

- Basta Hoseok - lo miró finalmente - no insistas, no me vas a convencer. Te llamaré ¿de acuerdo? - volvió a empacar

- No puedo creer que un chico arruine también mi felicidad - Yoongi se detuvo y suspiró - es decir... estaba tan contento de que pasaríamos navidad juntos, y ahora te vas - negó con la cabeza - que tengas buen viaje - cerró la puerta al salir, Yoongi se sentó en el colchón suspirando con pesadez, estaba tan cansado de toda esta situación, lamentaba mucho herir a su mejor amigo pero no había marcha atrás. Cerró la maleta y salió de la habitación, buscó a su amigo con la mirada pero no lo encontró, supuso que estaría en su habitación. Caminó hacia la sala y escuchó voces discutir, salió rápidamente fuera de la casa.

- Le he dicho que no pedimos ningún taxi - dijo la madre de Hoseok un tanto alterada

- Si lo han echo, llamaron hace diez minutos - respondió el taxista

- Lo he pedido yo - Yoongi se paró a un lado de la mujer y ella miró hacia abajo, a la maleta de Yoongi

- ¿P-por qué...? - ella parpadeo preocupada

- Ha surgido algo, lamento tener que irme así de repente, llamaré pronto. Fue un gusto verla - le dio un corto abrazo, la mujer ni siquiera podía articular palabra, estaba tan confundida, miró a su doctor y este se encogió de hombros.

Yoongi miró hacia la casa, esperando ver a su mejor amigo salir, pero no lo hizo. Esperaba poder ver a Hoseok nuevamente y poder arreglar las cosas, no le gustaba pelear con el. 

- Al aeropuerto por favor - dijo al conductor y este emprendió viaje.

El infierno de Dante 2 (Insidious) [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora