Capítulo 28

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No se lo había esperado, ni siquiera le dio tiempo de idear un plan para llevárselo lejos, Jungkook apareció así de repente y sin ninguna explicación. No entendía como había terminado siguiendo a Jungkook, casi corriendo mientras el pelinegro caminaba mayor velocidad. Logró detenerlo a la salida del edificio, tomándolo por el codo y hacerlo girar en su dirección.

—Jungkook... —El menor se soltó del agarre y llevo sus manos a las mejillas de Yoongi para atraerlo y besarlo con mucha fuerza, lo hizo por varias razones, la primera, estaba molesto, la segunda, quería demostrar que esos labios solo podía besarlos él, porque eran los de su demonio personal y quería quitar el rastro del beso de la chica, y tercera y más importante, simple y sencillamente porque quería, lo deseaba y anhelaba desde hace tiempo, necesitaba volver a sentir el pecado atravesar su cuerpo, el pecado más delicioso y por el cual estaría dispuesto a ir al infierno... arrastrándose si era necesario.

Por supuesto Yoongi no rechazó el regalo, inmediatamente profundizó el beso a esos labios que extrañaba tanto, sentía como si hubieran pasado décadas desde la última vez que lo besó. Desde la última vez que lo vio en la iglesia, sus grandes manos sostuvieron su cintura y la apretaron posesivamente, lo cargo un poco y caminó hacia atrás chocando con la pared del edificio, abrazándolo fuerte y sin dejar de besarlo. Y ninguno de los dos le tomó importancia al hecho de que una chica con el corazón destrozado y los ojos llenos de lágrimas, les miraba. Haneul se sintió estúpida por haber expresado sus sentimientos sin control, y más que eso, se sintió dolida porque a Yoongi no le importó, sin decir nada solo corrió detrás de ese chico, y ahora lo besaba fervientemente, como si ella no se le hubiera declarado recientemente.

Fue Jungkook quien terminó por separarse empujándolo, Yoongi aún estaba bastante confundido y un poco alebrestado. Esperaba que esto no fuera producto de su imaginación, y supo que no lo era cuando recibió una bofetada de Jungkook, que no le dolió pero

—Pero que...

—Es usted un aprovechado — Yoongi no comprendía el drástico cambio de Jungkook.

—Pero tu me besaste

—Iba a ser un beso sencillo, usted lo profundizo cual pervertido, queriendo tocarme de más.

—Jungkook... estas aquí —dijo con sus ojos aguándose, dejando de lado el reclamo de su parte. — estás aquí de vuelta, mi amor. —Trató de tomarlo de las manos, pero Jungkook volvió a alejarse

—No vine para que nos besemos, vine a decirle que se detenga de una vez por todas. —Yoongi frunció el ceño no captando lo que el menor trataba de decirle. —¿Pensó que no sabría que usted es el autor de las pinturas que recibo? —el que Yoongi relajara el rostro, le dio la afirmativa que necesitaba para estar más que seguro de que se trataba de él. — Usted es la única persona que conozco que dibuja ángeles con tanto fervor. Y la última pintura que me envió...

—Quería que recordaras lo que viviste, los maltratos, el encierro, todas tus heridas, las que vi y las que no, y estoy seguro de que, si te desnudara ahora mismo, veré tu cuerpo el triple de cicatrices con las que te fuiste de aquí, hace más de tres años. — Jungkook lo observó sin expresión, no mentía, su cuerpo había sido objeto de maltrato durante todo ese tiempo. — Y que recordarás que es conmigo con quien conociste esa parte de la vida que no pensabas que podías disfrutar tanto.

—Bueno —dijo retrocediendo — no era necesario, recuerdo cada azote, cada quemadura, cada golpe como si fuera del día anterior, y por supuesto no podría olvidarte a ti, en mis sueños apareces todo el tiempo en mis sueños, como el demonio que eres, por ti lloré, grité esperando a que me rescataras.

El infierno de Dante 2 (Insidious) [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora