Capítulo 16

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Yoongi regresó a corea el 27 de diciembre, Hoseok le había dicho que se iría con él hasta año nuevo pero Yoongi le dijo que no era necesario, así que solo se despidió de él, de la señora Jung y de Yang Mi, y regresó solo a casa. Entró a su habitación para dejar su maleta, después acomodaría su ropa, en estos momentos no tenía ganas de hacer absolutamente nada, solo sentarse y descansar del viaje, y de todo lo demás. Se recostó en la cama mirando al techo, cerró sus ojos por un largo rato tratando de dormirse, pero no podía, su mente estaba trabajando como una máquina, pensando en lo que haría ahora, tal vez buscar un nuevo trabajo, uno más estable, que le gustara, tal vez un museo como el de Madame Sofía. Regresaría a la pintura, entraría a una escuela de artes, si eso haría, tiene que hacer lo mejor posible para distraerse. Tal vez llamar a sus amigos, o buscar unos nuevos. Salir a fiestas, ir a comer, conocer a alguien que le quisiera y no tuviera problemas mentales con el estúpido infierno. Al pensar en eso lanzó la almohada en la que estaba recostado y frotó su cara con frustración. Miró un poco más atrás de él y allí estaba la pintura de Jungkook como un ángel. Se enderezó y la observó por un largo rato, no podía creer que después de todo lo que hizo por Jungkook, aun así lo haya alejado de su vida.

Tomó el cuadro, y se bajó de la cama, lo sostuvo y luego lo alzó al aire dispuesto a romperlo para terminar con todo esto de una vez por todas. Sin embargo se detuvo y solo lo lanzó a la cama sintiéndose frustrado por no poder hacerlo, sintiéndose inútil por no haber peleado más, por Jungkook. Después de un rato estaba hablando con Hoseok por celular.

-Tal vez debí rogarle más, tal vez debí ponerme de rodillas y rogarle que me dejara quedarme... -sorbió por la nariz mientras miraba el cuadro que ahora había envuelto en papel para guardarlo, no podía romperlo, pero tampoco quería verlo, eso le destrozaba el alma

-No digas eso –respondió el pelirrojo, -no debías hincarte ante nadie, no lo vale. Si el no quiso estar contigo debe tener una razón

-La única razón es que no me ama, y le importa una mierda lo que pase conmigo, y aun así estoy aquí llorándole como un imbécil, no tengo dignidad, me siento completamente humillado y... y solo. –se escuchó un suspiro al otro lado

-Te dije que me dejaras ir contigo, alistaré mis cosas e iré

-No Hoseok, no quiero que dejes sola a tu madre. –limpió su nariz con el dorso de su mano

-No estará sola, Yang Min no se irá hasta que no le hable el ejército, y eso es después del año nuevo chino.

-Me siento tan miserable –tomó el cuadro y lo metió dentro de su ropero, donde no pudiera verlo.

-No digas eso amigo, solo estás dolido, pronto lo superarás.

Continuaron hablando por una hora más, luego ambos terminaron la llamada y Yoongi volvió a recostarse, trato de mantener su mente ocupada, pero le fue imposible, y solo logró cuando finalmente logró quedarse dormido.

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En China.

Yang Mi anunció que saldría de compras, pero en lugar de ello fue al templo en busca del sacerdote, si Yoongi se enterara, seguro la odiaría por meterse donde no la llaman, pero si había algo que ella odiaba es que hiciera sufrir a su familia, y Yoongi era como un hermano para ella, así que por supuesto que iría a reclamarle a ese mocoso.

Entró al templo, había solo unas cuantas personas rezando, buscó por los alrededores pero no había rastro del sacerdote, seguro estará en la oficina. Sin ser notada, caminó al pasillo y al encontrar la oficina tocó a la puerta. Esta se abrió después de unos pocos segundos y allí estaba el. Jungkook la miró algo sorprendido pero también pudo notar algo de desagrado en aquella mirada, Yang Mi pudo notar que del todo santo de su devoción.

El infierno de Dante 2 (Insidious) [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora