John

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Un hombre como otro cualquiera. Todas las mañanas se levantaba, se vestía, tomaba su desayuno y se iba a trabajar.

Cuando volvía, saludaba a su mujer y a sus hijos y pasaba el resto de la tarde con ellos.

Pero había algo que lo hacía muy distinto al resto: era el único humano de su mundo. 

Pequeños fragmentos inconexosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora