Destinados

7-El picnic de un día de finales de otoño

Amy corrió por el bosque, huyo lo mas rápido que pudo conociendo el camino, dio varias vueltas temiendo que pudiera seguirla y luego de una hora se atrevió a volver a la casa de su amigo. 

Lloro muy fuerte, esta vez las lágrimas si salieron y Big la consoló hasta que dejó de llorar.

¿Le había dolido de que dijo Shadow? Si, demasiado. Pero tenía razón, había sido una niña muy molesta e ingenua, aún lo era. No sé enorgullecía de todos sus años persiguiendo a Sonic como una acosadora pero lo había hecho por amor, incluso el erizo azul sabía que ella daba todo por amor...y el amor solo seguía lastimando la.

Se limpió el rostro y pidió disculpas a su amigo

─¿Realmente no hay ninguna manera en que pueda ayudarte? 

Pregunto Big muy ansioso por su amiga, Amy era muy sensible y a él no le gustaba para nada verla llorar. Quizá Froggi supiera ayudarla mejor que él.

─No Big, pero dejarme quedarme aquí  y consolarme ayuda mucho  

Sonrió ella, no podía seguir preocupando a su amigo. Había estado demasiado tiempo en la casa de Big y se estaba cansando de toda aquella situación

¿Shadow quería intimidarla?¿Quería seguir con el maldito juego del gato y el ratón? Entonces ella le mostraría verdaderamente que tan fuerte podía golpear su martillo.

Cream llegó a la casa de Big ese día, sorprendió a Amy pero la conejita se veía preocupada

─Debemos hablar  

Pidió ella y Amy la acompaño hasta el bosque y se sentaron en un tronco

─¿Qué sucede? 

Pregunto distraída, era más que obvio que ya no podía escapar de la situación pero lo intentaría. Cream la miro enojada

─Por favor. Si de verdad somos amigas, si de verdad confías en mí, dime qué está pasando.

Arrojo ella y Amy sintió ese vacío en su pecho crecer unos centímetros. Ella era su otra hermana, conocía a Cream desde que era joven y su madre había sido una madre adoptiva para ella. Habían comido juntas en la misma mesa, compartido aventuras y Amy festejo aún más que la conejita su primera cita con Tails. Pero no podía decirle, sentía tanta rabia, solo había emociones negativas en ella y odiaba eso.

─Yo...solo estoy en una mala racha 

Sonrió Amy y Cream frunció el ceño preocupada

─Puedo ver qué te duele, estás sufriendo tanto y te niegas a decirme la verdad ─ Amy cerró los ojos y apoyó su cabeza en sus manos, sabía que el maquillaje no podría disimular por mucho tiempo más sus ojeras ni reemplazar el alma en sus sonrisas ─¿Por qué no me dejas ayudarte?

Pregunto la conejita abrazándola y Amy sintió irse toda la tristeza una vez más, ya no podía llorar.

─No es algo en lo que puedas ayudarme.

Confesó y Cream la miro a los ojos por un momento antes de abrirlos en sorpresa

─¿No será que...? 

Comenzó ella y Amy cerró los ojos una vez más, solo Cream podría darse cuenta de que se trataba.

─Me rechazo ─dijo al fin, casi escupiendo las palabras ─ Mí destinado me rechazo, solo eso Cream.

Vio a la conejita con ojos  consternados antes de que se llenaran de lágrimas

─ Oh, Amy.

Sollozo ella y la abrazo. Amy le dio unas palmadas en la espalda. Se sentía muy extraño que Cream llorara por ella. De nuevo parecía que su corazón estaba entumecido.