Destinados

23 -El deseo de Shadow.

Nota: Solo para los más delicados, este capítulo se viene fuerte en cuanto a explicaciones biológicas del sexo, más que nada cerca del final, y a partir de ahora trataré de hablar un poco sobre eso. No sé me exalten y lean bajo su propio riesgo.

* * *

Estaba un poco más tranquilo de finalmente haber podido quedarnos solos, sin embargo otra duda surgía.

─¿Donde esta Ren?

Amy se rió y me guió dentro de la casa, a una pequeña mesa en el centro de la habitación. Allí estaban el bolso y la canasta de Amy, ella abrió su canasta y ahí estaba, comiendo galletas chao.

─No sabía dónde estaba su bolso, y ates de que pudiera decir algo había volado aquí adentro, le puse un par de galletas y se quedó tranquilo todo el viaje.

─Esta acostumbrado a viajar conmigo.

Por un momento, no supe que más decir. Observe a Amy sonreírle a Ren y sentía muchas ganas de abrazarla de nuevo. Estos impulsos eran cada vez más fuertes, no estaba acostumbrado para nada al contacto físico así que no sabía cómo iniciarlo, pedirlo...ni estaba tan cómodo con eso. Era peor ya que Amy había soltado precipitadamente que podía lamerla y abrazarla todo lo que quisiera.

─Bien, Theo me dijo que la casa está totalmente amueblada, así que no es necesario que acomodemos todo ahora.

Dijo ella y yo solo asentí. Era tarde, el sol estaba poniendose en el horizonte y no podía negar que era una buena vista. Amy camino hacia la cocina y dijo algo sobre acomodar los alimentos, la segui con la vista incapaz de dejar de verla.

Amy comenzó a hacer ese extraño baile en la cocina sacando sus sartenes y acomodando todo en el nuevo refrigerador. Incluso comenzó a cocinar.

Sin saber que hacer, miro las cosas de Amy esparcidas por la sala y comenzó a acomodarlas alrededor de la casa, probablemente tuviera que cambiarlas de lugar luego, pero de esta forma podía sentirse útil.

Subió algunos muebles y encontro la habitación principal...acomodo la ropa de Amy, o mejor dicho, dejo la caja con la ropa de Amy allí y salió casi huyendo.

Su corazón latía rápidamente y se sentía extraño, de pronto estás nuevas sensaciones y acciones que no tenían sentido, al igual que antes ¿Por qué había lamido a Amy? No entendía el sentido de aquella acción, sin embargo no podía negar que le gustó sentir su sabor en su lengua, casi era dulce. De la misma forma de sintió cuando la beso, jamás había sentido la necesidad de besar a alguien, pero no pudo evitarlo, sus labios habían sido tan suaves y ella se veía tan indefensa que apenas se controlo para seguirla besando...fue peor cuando la eriza también dijo que le había gustado el beso.

─Maldita sea.

Maldijo mirando dentro de la habitación principal, nunca jamás le había generado nada estar en el espacio de una mujer, mucho menos verla desnuda, realmente no le generaba nada más que un poco de disgusto...ahora apenas podía soportar su curiosidad de ver el espacio privado de Amy, tocar a Amy y besarla, aunque también estaba sumamente nervioso por todo eso.

Así como también tenía mucha curiosidad por otras cosas relacionadas a Amy, no entendía la mitad de ellas... tendría que hacer una investigación.

Bajo a la sala una vez más y miro a Amy en su nueva cocina. Se veía bastante cómoda y eso le gustaba.

─Estare en mí habitación, no comeré hoy.

Amy salto del susto y se giro para verlo, debía practicar hacer ruido al caminar o de alguna manera avisarle que estaba allí para no asustarla...¿Aunque no podía sentir su presencia antes?