Destinados

32 -Amigos.

Amy estaba en cirugía.
Todo el equipo había llegado al hospital, al ser tratados como héroes les dejaron quedarse y les daban atención gratuita, por lo que no tenían que preocuparse de mucho.

Aun así, Vainilla lleno la mayoría de papeles correspondiente ya que era la madre del grupo y Shadow no estaba en condiciones de hacer aquello.

El grupo espero en una sala de espera a parte mientras Amy era atendida, Vainilla, Cream, Sally y los niños fueron los primeros en llegar ya que habían visto todo por televisión.

Vainilla actuó de forma rápida y fría, dejo a los niños con Rouge dándoles una rápida mirada a todos los pequeños y hablo con una enfermera que pasaba. Lleno los papeles de Amy junto a Sally y Cream y no olvidaron poner que ya tenía un destinado allí presente.

Los siguientes en llegar fueron el equipo Chaotix.

—Los chicos se están encargando de los destrozos de la ciudad, calmando a las personas y una patrulla especial vino por Eggman.

Comentaron la situación y dieron un poco más de detalles, como siempre, Sonic era el que estaba delante de la prensa dando la cara y explicando todo.

Vainilla no tardó en poner en la pequeña televisión de la sala un canal de noticias que estaba entrevistando a Sonic, como muchas personas vieron a Amy ser golpeada, todos estaba preocupados y curiosos.

Rouge estaba preocupada por su amiga, y más aún por Shadow quien no se había movido de su asiento. Luego de que tratara de hablar con un médico y este se asustara al verlo, ya no se movió.

Unas horas después, Amy aún seguía en el quirófano, Rouge había hecho ya un pequeño informe y mandado la situación a su superior.

Cream se llevó a los niños a comer antes de que la presa llegará con ellos, luego de cuatro horas habían descubierto el hospital donde estaban.

Shadow se levantó y salió afuera antes de que Rouge pudiera hacer algo.

Llego a la recepción donde la situación comenzaba a descontrolarse y hablo de forma imponente.

—Este es un lugar para los enfermos y para recuperarse, si alguno de ustedes se atreve a entrar y entorpecer su trabajo, lo colgaré de cabeza en el cartel de la ciudad y nadie irá a ayudarlos.

Declaro él mientras los reporteros trataban de averiguar en qué cuarto o que estaba pasando con Amy Rose.

Rouge llego por detrás de él y no logro ver la mirada asesina que Shadow les estaba dirigiendo a todos, así que aunque aclaro un poco la situación, la amenaza no tardó en hacerse pública.

Por suerte, ya había algunas personas a favor de Shadow y su relación así que lo tomaron como un romántico preocupado.

Por desgracia, un médico finalmente salió y se dirigió directo al grupo. Shadow se levantó de un salto y aunque el medico se veía un poco nervioso, finalmente les informo la delicada situación.

El golpe fue más letal de lo que pensaron al principio, Amy, la erizo rosada más fuerte del equipo, casi se rompió el cráneo por aquel golpe. Tenía una fisura en el cráneo que había empeorado un poco con las horas, pero por ahora ya no corría peligro.

El medico se despidió diciendo que aún la estaba revisando y viendo si podían hacer algo más, que pronto vendrían a informarles de nuevo.

Shadow estaba de nuevo sentado en una silla mirando el suelo, esperando como el resto el diagnóstico final.

— Todo estará bien Shad, ella es fuerte.

Dijo Rouge pero parecía que sus palabras habían caído en oídos sordos. Ella lo entendía, estaría igual si a Knuckles le pasará algo.

El resto del equipo llego de a poco al hospital, Vainilla fue la encargada de avisarles al resto de la situación.

Sonic fue el último en llegar, se veía cansado por primera vez. Sally lo abrazo de inmediato y le contó lo que les habían dicho.

Habían pasado mas de seis horas desde que todos llegaron, nadie estaba realmente tan preocupado por Amy ya que sabían que su amiga de alguna forma lo lograría, era demasiado terca para dejarse vencer.

Aún así, todos miraron preocupados a Shadow, quien no se había movido del lugar desde que llegaron.

Se veía demacrado, sentado mirando al suelo como si fuera a morir.

Todos lo entendieron, pero sabían también que no aceptaría el consuelo de ninguno.