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-. Vengo por ti a las 9.30 ¿está bien? -. La castaña asiente tocando el timbre de aquella casa con emoción.

Una niña de su misma edad abre la puerta con una expresión de desprecio, pero que sorpresivamente cambió a una de alegría al ver a Karen allí. Kenny arqueó las cejas, esa chica era la viva imagen de su hermano mayor.

-. Sube, mis padres se fueron a cenar en casa de la abuela.

-. ¡claro! ¡adiós Kenny! -. La menor le sonríe despidiéndose del mayor -quien hizo lo mismo- para adentrarse al hogar siendo seguida por la pelinaranja.

-. ¡oh! Tricia -. Llamando su atención, la nombrada lo mira.

-. ¿Qué?

-. ¿Está Craig? -. Esta lo vio de pies a cabeza.

-. ¿Por?

-. Ug, por nada, diviértanse -. Forzando una leve sonrisa, la chica le cierra la puerta en la cara -. Cuanto respeto hacia los mayores... -. Suspiró.

Metiendo sus manos en los bolsillos de su campera, se alejó de la casa Tucker para ir a caminar un rato. Levantó la cabeza observando el clima, desde anoche se veían las grises nubes y leves truenos resonaron durante un tiempo, de hecho le sorprende el que no haya llovido aún.

Y ahora la gran interrogante ¿dónde ir para pasar el rato? Eso no lo había pensado. Bueno, si somos sinceros digamos que pensó en ir a la casa de Stanley ya que literalmente vive a una cuadra de ahí, pero de alguna manera no quería verlo.

-. ¡Butters!... ah, claro. Le rompí el corazón -. Chasqueó la lengua siguiendo con su camino hacia algún lugar, cualquier le parecía bien -. ¿quién irá a comer a casa? -. Hablando con la nada, subió la cabeza cerrando los ojos para sentir la fría ventisca que apareció por unos segundos.

Estaba fresco, le encantaba el olor a lluvia por lo que en serio esperaba que lloviznara un poco.

El sol iba bajando, sin mencionar que las nubes casi lo cubrían por completo. Dobló por varias esquinas, observó a la gente que se veía dentro de locales y tiendas, varios conocidos se cruzó por ahí también. Era agradable salir a caminar sin tener planes realmente, le hacía sentir bien.

-. Dios, que ganas de ser Misterion ahora -. Dijo en voz baja, sonriéndo de melancolía al recordar aquellos días en los cuales fue un súper héroe -. Que días -. Suspiró.

Sintió húmedo parte de su hombro, al ver que era sintió gotas caerle. Subió la mirada, pero la lluvia lo había agarrado con todas sus fuerzas.

-. ¡mierda! -. Cubrió su cabeza con la capucha corriendo a más no poder hacia cualquier sitio con techo -. ¡Dije que lloviznara un poco, solo un poco!

Varias personas fueron también en busca de refugio, Kenny -quien encontró un lugar bajo el techo de una tienda de comestibles- llegó a ver a una familia con un niño pequeño con el cual corrían hacia la entrada de un edificio cubriéndose de la lluvia. Sonrió, estos reían al ver al padre todo empapado, el niño no paraba de reír a carcajadas.

A pesar del mal tiempo, le gustaba, se sentía bien.

...

-. ¿y hoy tampoco podrás?

-. Lo siento, Stan. Ya sabes cómo es mi madre, estamos por subir al auto ahora -. El pelinegro soltó un suspiro viendo por la ventana el auto de Gerald Broflovski en la acera de la casa de al lado -. Te prometo que el domingo al volver, pasaré el resto del día contigo.

-. Eso me gustaría, supongo... -. Sonríe leve tocando sutilmente el vidrio de la ventana, Kyle lo saludaba desde fuera con el celular en la oreja -. Desde aquí veo el rostro amargo de tu padre, más te vale subir o no nos veremos hasta el lunes.

-. Si... es un cascarrabias -. Se escuchan las risas de ambos al teléfono, sus mejillas enrojecieron levemente.

De pronto un trueno lo sobresaltó girando a ver el cielo, totalmente nublado.

-. Seguro lloverá -. Susurró para si mismo.

-. Bien, debo irme ya.

-. Si, hasta el domingo Kyle.

-. Te amo.

Dios, esa palabra. Cubrió su rostro con la mano que no ocupaba y se alejó de la ventana, Kyle al notarlo rió avergonzando aún más a Stan quien se encontraba tirado en la cama.

Kyle lo sentía agradable, Stanley solo disfrutaba de su voz al teléfono.

-. Te amo también -. Susurró con miedo a que alguien detrás de la puerta lo escuche. No era paranoico, pero aún así le gustaba tener este tipo de relación así, como "prohibida".

La llamada se cortó luego de volver a escuchar aquella risita que su vecino le daba, su corazón latía muy fuerte.

Aún así, no podía sentirse algo... confundido por todo lo que estaba pasando.

Se recostó de cucharita revisando la famosa app para subir y ver fotos de otros usuarios desconocidos. Algunos de amigos, otros de familiares. Fue a su perfil revisando sus propias publicaciones: fotos con Kyle en algún sitio, con Cartman en el club de música y con Kenny, con este último las fotos eran totalmente random. De ellos aburridos en clase, posando extraño en el baño, videos de ellos rapeando en el patio o pasillos. Con él todo era al azar, con Kyle era dulce, con Cartman era entretenido, con Craig era odioso, con clyde era divertido, con Token era amistoso, con Butters era cariñoso.

Leopold le hacía recordar a un niño pequeño que siempre nesesitaba ayuda, aun que claro que muchas veces esto le molestaba, pero ya saben: "sin bulling no hay amistad", una frase algo fuerte a su parecer, pero real.

Para cuando se dio cuenta, su madre lo llamó pidiéndole que vaya a comprar varias cosas a la tienda, lo cual aceptó ya que no se encontraba haciendo nada interesante o importante. Tomó su abrigo y gorro saliendo de la casa en camino a la tienda más cercana.

...

Sus padres estaban locos, por un momento incluso pensó en aceptar la oferta de Eric sobre convertir a sus padres en chili, pero ya era tarde, la lluvia lo había alcanzado.

Digamos que Butters ahora se encontraba con un paraguas en medio de una tormenta para ir a buscar lo que sea que a su padre le había quedado olvidado en la farmacia y, como él estaba castigado por llegar a casa con toda la ropa llena de chocolate -cortesía de Cartman por arrojarle su porción de pastel- decidieron mandarlo a él. Pamplinas, todo era una vil mierda.

El viento resopló aún más fuerte, no tanto como hacer que perdiera el equilibrio, pero si lo suficiente para llegar a romper el paraguas.

-. Diablos... -. Forzó su vista hacia el viento para ver un lugar seguro con el cual refugiarse, de todas formas ya tenía el medicamento en mano. Solo esperaría a que el clima se calme un poco para volver a casa.

Vio a lo lejos, entonces, un pequeño techo de la entrada de un edificio. Vio a ambos lados de la calle y, cuando supo que era seguro, la cruzó llegando corriendo al espacio seco.

Sacudió un poco su impermeable celeste bajando hacia el piso el objeto roto que dañó "accidentalmente". Suspiró, estaba cansados, Eric no paró de molestarlo toda la noche enviándoles memes extraños y sin sentido, por un momento casi le manda aquella foto solo para que se detenga y lo deje dormir. Suerte que no lo hizo.

Cerró sus ojos respirando hondo, el olor a lluvia no le gustaba mucho, pero no negaría que lograba tranquilizarlo. Al abrirlos, se sorprendió.

-. ¿Kenny? -. Dudó por unos segundos, pero era obvio de quien se trataba, era el único que aún prefería llevar una campera naranja como en su niñez. Parecía estar esperando que la tormenta se calme también.

Frunció el ceño, Kenneth no estaba solo. A su lado se encontraba otro chico, imposible no reconocer aquel gorro de pompón rojo que se visualiza a kilómetros de distancia.

-. Stan Marsh... -. Soltó al recordar su nombre. Este día no podría ponerse peor.

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"LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL" [South Park]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora