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Varios días habían pasado, Cartman y Butters seguían sin aparecer, no se había dado cuenta cuando este último ya no venía a la escuela ¿será que también pescó un resfriado como Stan? Tanto no podría durar uno ¿o si?

Ladeó la cabeza, quizás luego iría a casa de alguno para saber si aunque sea están bien, ahora solo debía concentrarse en eso que le molesta desde hace un tiempo.

-. ¿Qué es eso? -. Sin inmutarse, arquea una ceja.

-. ¿Estás ciego y no ves? Solo mira.

-. Creo que sigues enfermo ¿estás caliente? -. Llevando su mano hacia la frente del chico que de inmediato la aleja indignado.

-. No estoy caliente -. Kenny sonríe picarón y este, a consecuencia, solo rueda los ojos tornando sus cachetes de un muy leve color rojizo, pero muy leve -. Solo míralo.

-. Ya te lo dije, no tengo idea de lo que es -. Divertido, sonríe intentando descifrar aquella espeluznante cosa en el suelo que comía galletas que Stan le había arrojado anteriormente.

-. Te reto a tocarlo.

-. ¿Cuánto?

-. Tengo 20 dólares.

-. Hecho.

El rubio se agacha tomando una distancia un poco más corta que antes para poder alcanzarlo. Aquel extraño animal peludo y de color mojón se sobresaltó al tacto que este le dio por tan solo unos segundos para luego mirar su mano con asco. Se levantó escuchándose por toda la sala las risas que el pelinegro hacía.

-. ¡no puedo creerlo, tocaste mierda! -. Seguía tentado.

-. Se sintió como tocar una verruga podrida, me gané esos dólares, Stan ¿y por cierto qué es esta mierda?

-. No lo se, apareció en mi casa y no parece querer irse. Te llamé porque me recordó a ti y creí que era el destino.

-. Se que me amas, pero no suenes tan gay -. Stan sonríe riendo divertido mientras Kenny observaba aquella cosa sucia y mal orienta -. Si lo bañamos quizás se vea más bonito.

-. Si, tal vez sabremos lo que es si lo hacemos.

-. ¿Dónde están tus padres?

-. No volverán hasta la noche, los padres de Wendy los invitaron a salir con ellos -. Kenny levanta ambas cejas -. Se conocen muy bien, sabes que ella y yo tuvimos nuestra historia.

-. Ok, ok, yo no dije nada -. Riendo le palmea la espalda -. Te reto a bañar esta cosa.

-. No creas que te escaparás, también vienes -. Tomándolo de los brazos se lo llevó al baño preparando lo que pronto sería la primer ducha del animal que no paraba de comer las galletas -. Tenía mucha hambre -. Soltó ya estando en el baño y con una camiseta de mangas cortas al igual que el rubio quien traía con una expresión de asco el animal.

-. Es que es de los míos -. Lo arrojó a la tina con no mucha agua -no esperaban matar al pobre- que de igual manera les llegó a salpicar - ah, carajo.

-. Prepárate para mojarte hasta las orejas -. Riendo, Stan toma al animal mojandolo en partes donde no llega el agua.

-. Solo no te vuelvas a resfriar -. Ríe al recibir una salpicada -. Pero así no se juega, tramposo -. Stan le sacó la lengua -. Ya verás, hijo de perra.

Una pelea de salpicados comenzó, parecía más una guerra que un baño, el pobre animal ya estaba asustado.

Lo limpiaron por completo, el agua cada vez estaba más oscura y su pelaje se veía más claro. Le cantaban canciones pensando que de esa forma este estaría menos asustado, pero solo provocaron que salte intentando escapar salpicando y mojando todo el baño. Al sacarlo, Kenny lo sujetó para que Stan pudiese secarlo bien con la toalla y luego el secador, debía estar bien seco para cortarle un poco de pelo. Ya no se veía como una rata de alcantarilla.

"LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL" [South Park]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora