¿Se podía morir de felicidad?
Porque Soobin estaba seguro de que, si muriera en ese momento, sería un final agradable. Para él, al menos. En parte. Porque Soobin realmente quería trabajar en el área que estaba estudiando y viajar junto a una persona especial y aprender a cantar y bailar y tener muchos perros. De hecho, sería desastroso que muriera en ese instante, incluso si moría de felicidad, porque realmente tenía muchos planes para su futuro.
Y enserio quería contestarle a Yeonjun que estaba enamorado de él.
Pero su cabeza estaba embotada, la garganta se le había cerrado por la emoción y solo podía pensar en muerte y felicidad, por extraño que resultará. Eso, sin duda, podía considerarse extraño, ¿cierto? Necesitaba obligar a su cerebro a dejar de divagar, el problema era que la única razón por la que había funcionado con Yeonjun cerca desde que se dio cuenta de su enamoramiento fue, precisamente, por divagar. Dejar que sus pensamientos volaran acerca de las más tontas cuestiones para no concentrarse en las sonrisas, la calidez y la voz sanadora de su mayor.
El rostro de Yeonjun fue de una expresión tierna a un rubor de vergüenza a una mueca temerosa en cuestión de segundos y fue entonces que se dio cuenta que no había contestado.
—¿Yo te gusto? — preguntó en un tono que sonaba bastante incrédulo.
Yeonjun asintió avergonzándose aún más, si es que era posible.
—¿Por qué? — dijo Soobin en voz muy baja, fue lo primero que se le ocurrió preguntar, y se sintió bastante estúpido en cuanto terminó de hablar.
—Yo, bueno — Yeonjun rio levemente y se llevó la mano al cuello mientras pensaba en que contestar — a decir verdad, creo que no tengo un discurso preparado del porque me gustas.
—Yo tampoco — contestó Soobin un poco perdido en sus pensamientos. Yeonjun no supo cómo tomar aquella respuesta, pero la mueca de decepción que cruzó su rostro fue obvia—. Hasta hace diez minutos estaba seguro de las razones por las que estoy enamorado de ti, pero ahora no puedo pensar en ninguna.
Fue el turno de Yeonjun de quedar sin habla. De repente deseo decir algo más profundo que un simple "Soobin, me gustas", algo que fuese tan poderoso y determinante como el "estoy enamorado de ti" que su crush le acababa de soltar. Soobin fue consciente de sus palabras, un segundo después, cuando la enorme lista de cualidades que hacían a Yeonjun una persona maravillosa llegó a su cabeza. Ambos rieron, con las mejillas encendidas por la vergüenza.
Hyuka soltó un suspiro exasperado que llamó la atención de los dos tortolos frente a él. Beomgyu se apresuró a intentar callarlo, así que cuando los dos voltearon se encontraron con una escena cuando menos curiosa. Beomgyu tapando la boca del menor intentando que no hablará e interrumpiera, mientras su novio infructuosamente intentaba separarlos.
—¡Oh! ¡Vamos! — gritó Ningning quitándose de encima a Beomgyu y dando un paso al frente—. ¡¿No pueden hablar como personas normales?!
Soobin y Yeonjun rieron nerviosamente.
—Creo que deberíamos dejarlos solos — sugirió Taehyun antes de que comenzarán a pelear.
Beomgyu comenzó a quejarse por la idea, aunque cerró la boca rápidamente al ver la mirada severa de su novio. Hyuka tardó un momento más en entender que estaba sucediendo, y deseo suerte a Soobin y Yeonjun antes de marcharse.
No era el lugar más privado para hablar sobre cosas importantes, en especial tomando en cuenta que aún estaban a un costado de donde los paramédicos estaban revisando al resto de los participantes. El ruido comenzó a hacerse más fuerte con el pasó de los segundos, y la gente empezó a arrinconarse cerca de la puerta. En ese momento, ambos pusieron atención al megáfono por el que alguien hablaba.
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You got me... I got you ||Yeonbin||
FanfictionCon un mejor amigo envuelto en pesimismo, el novio del mismo con demasiada energía, la personificación andante de la indiscreción, una vecina entrometida y un crush despistado, lo último que Yeonjun necesitaba era una deuda que pagar y un concurso q...